Bienvenidos a la segunda entrega de esta playlist que recorre en forma sucinta y sin duda incompleta los primeros 15 años de nuestro Rock. En esta oportunidad se trata nuevamente de cinco canciones, presentadas en orden cronológico, en la que se introducen nuevos artistas y bandas de importancia capital para la evolución del rock local. 

Algunos de estos temas bien podrían haber formado parte del episodio anterior, tanto por estilo, como por la época en la que fueron compuestos, aunque terminaron viendo la luz años más tarde. Otros pertenecen a figuras que en su momento fueron emergentes, a discos fundamentales de nuestra historia, o a músicos ya mencionados en el capítulo pasado, que recién cuando construyeron su propio proyecto alcanzaron todo su potencial. Además, se empieza a vislumbrar algo que quedará reflejado de forma más marcada en próximas entregas, la incorporación de otros estilos como influencia para dar forma al Rock Nacional. Ahora sí, los dejo con las canciones. 

Amor de primavera - Tanguito, 1970. 

"Allá a lo lejos puedes escuchar/ a un amor de primavera/que anda dando vueltas", canta José Alberto Iglesias una melodía etérea, con una letra compuesta por Hernán Pujó, uno de los fundadores del sello Mandioca, junto a su hermano Pedro y al editor Jorge Álvarez. La canción fue grabada en 1970, en una sesión en los estudios TNT para el sello antes mencionado, junto con otras composiciones propias como Natural (que formó parte del compilado Pidamos peras a Mandioca lanzado ese mismo año), Todo el día me pregunto o La Balsa (en coautoría con Litto Nebbia). Estas obras iban a formar parte del primer LP de Tanguito, pero su lanzamiento se pospuso por la quiebra de Mandioca, viendo recién la luz en 1973 bajo el sello Talent. Sin duda se trata de una de esas canciones que una vez escuchadas es muy difícil sacarte de la cabeza, un número puesto en esta selección. 

Yo vivo en una ciudad - Pedro y Pablo, 1970. 

El dúo compuesto por Miguel Cantilo y Jorge Durietz siempre se caracterizó por sus arreglos vocales, su sensibilidad folk y su gran capacidad para retratar aspectos sociales, con tintes de protesta en ciertas ocasiones. El tema que nos ocupa fue editado como primer simple de la banda, con Los caminos que no sigue nadie como lado b, y su letra pinta de manera certera la vida en Buenos Aires en esa época, aprovechando Miguel para comentar algunos de sus aspectos negativos, y concluir que a pesar de todo quiere a la gente que la habita porque se siente uno más de ellos. Musicalmente se destaca la incorporación del bandoneón dotando al tema de un aire porteño inigualable. Además formó parte del primer larga duración del dúo, justamente titulado Yo vivo en esta ciudad, que se editó ese mismo año, y que incluyó otros clásicos, como La marcha de la bronca, o ¿Dónde va la gente cuando llueve?. 

Genesis - Vox Dei, 1971. 

Cómo ya he expresado en otras oportunidades, y hasta le he dedicado un post, La Biblia es uno de los grandes LP de nuestro Rock. Y cómo tal, su inicio con el tema que nos ocupa es memorable. Indudablemente si haces un disco sobre tal obra, empezar por su primer libro es el paso lógico. Desde el comienzo se nota que es una canción distinta, con una introducción que genera una muy buena atmósfera. "Cuando todo era nada, era nada el principio" canta Soulé, y ya nos comienza a conquistar. Su visión humana del libro se deja ver desde este primer tema, en el que se pone foco en la Creación. La parte final, totalmente instrumental, tiene grandes momentos, como los sutiles acordes que se van apagando para que el tema vuelva a comenzar con más fuerza, dando luego paso al solo. Poco más de 6 minutos y medio le toma a Vox Dei demostrar que es una gran banda. Génesis ha sido reversionada por varias bandas, entre ellas Soda Stereo. 

El tren de las 16 - Pappo's Blues, 1972. 

La canción abre el segundo larga duración de Pappo's Blues, placa que el Carpo grabó junto al bajista Carlos Pignatta, y a Black Amaya y Luis Gambolini en batería, y fue editado por el sello Music Hall. La letra, muy directa, al estilo Pappo, habla de los deseos de un amante de mantener relaciones sexuales y pasar el tiempo junto a su chica, mientras le avisa que pronto deberá dejarla en el tren que sale a las 16 horas. Comienza con un breve solo de batería, y cuenta con un nada despreciable solo del violero de La Paternal. Su duración es muy corta y representa un rock clásico de esos que suelen ser bastante cuadrados, pero eso no le quita ni efectividad ni belleza al tema. 

Hoy te queremos cantar, Alma y Vida, 1972. 

La banda de Carlos Mellino (voz y teclado) y Bernardo Baraj (saxo), nacida como grupo de acompañamiento de Leonardo Favio, logró mezclar al rock con toques progresivos y de jazz, potenciado por la incorporación de saxo y trompeta en el conjunto. Hoy te queremos cantar forma parte de Alma y Vida vol. 2, junto con otras obras destacadas como Don Quijote de barba y gabán. Inicia con los bronces hasta que irrumpe la particular voz de Mellino, que nos canta sobre alguien que ya no está, al que vimos luchar y también caer. "Hoy te queremos cantar/nadie te puede olvidar/vos estas vivo en todo y todos/como un sol" reza el estribillo. Siempre se dijo que estaba dedicada al Che Guevara, lo cual suena lógico si se tiene en cuenta el contenido de la letra. Sin duda fue fruto de su época. 

Así llegamos al final de esta nueva entrega. Espero que al lector le sirva para conocer nuevas canciones, o para poner en perspectiva algunas ya conocidas. Seguramente falte alguna que pueden considerar fundamental, pero no se preocupen, todavía quedan al menos un par de episodios más. Nos leemos el mes que viene.