Grandes Misterios Jamás Resueltos Parte 1: El Manuscrito Voynich
Damos inauguración a una nueva sección en Expreso a Neptuno (se ve que nos gusta esto de las sagas, ¿no?) apuntada a seguir compartiendo el gran trabajo de investigación que solemos realizar en este blog: les presentamos Grandes Misterios Jamás Resueltos. El nombre lo dice todo, así que mucho no hay que explayarse. En esta primera entrega les acercamos el Manuscrito Voynich, un extraño códice del que no se sabe absolutamente nada y ha mantenido a los historiadores rompiéndose el bocho hace cientos de años.
¿Qué sería el Manuscrito Voynich?
¿Qué sería el Manuscrito Voynich?
Con enfásis en la conjugación condicional porque básicamente no se sabe qué es realmente. Pero vamos primero con lo poco que se conoce. Esta manuscrito es un códice realizado en un tipo de pergamino conocido como vitela, un material delgado pero sumamente durable, y según las investigaciones con técnicas de radiocarbono, su creación podría datar de principios del siglo XV. Según las numeraciones, contiene unas 270 páginas, aunque solo se conservan en la actualidad 240.
El manuscrito toma su nombre de Wilfrid Voynich, un polaco dueño de uno de los negocios de libros extraños más importantes del mundo, quien tomó posesión del mismo en 1912, aunque se conocen varios dueños anteriores. Pero lo importante realmente... es lo de adentro (?).
¿De qué trata?
Ahí está el gran misterio: nadie sabe. ¿Pero por qué? Porque el Manuscrito Voynich está escrito en un idioma completamente desconocido al día de hoy que ha sido literalmente imposible de descifrar. Lo bueno, es que todo esto texto extraño viene acompañado de muchísimos dibujos que son utilizados por los expertos para dividir y darle secciones al libro, y en base a ellos se ha podido tener una idea de lo que podría ser el contenido.
La parte principal se conoce como la sección del "herbario", al estar adornada de ilustraciones de plantas, en general una por hoja, con un pequeño párrafo acompañando como una especie de descripción de la planta en cuestión. Cabe destacar igualmente que ninguna de estas plantas es realmente reconocible.
Lo sigue la sección "astronómica", una impresionante colección de ilustraciones circulares representando primero el sol, la luna y las estrellas, los signos zodiacales, entre otras cosas. Muchas de estas imágenes están acompañadas, por alguna razón, de mujeres desnudas.
La tercer sección, "biología", tiene muchísimo texto en cada una de sus páginas, que se encuentran interconectadas por dibujos de mujeres desnudas (de nuevo), bañándose alegremente en grupos numerosos en lo que parecen ser como unas piscinas de color verde, con extrañas tuberías que sirven como conexión entre una y otra. Algunas de las piscinas tienen formas horriblemente parecidas a órganos humanos. Es un WTF absoluto.
El apartado de "cosmología" es el más pequeño y tiene nuevamente ilustraciones circulares, aunque se destaca la parte final de la sección, con un dibujo desplegable en 6 hojas que en mi opinión debería ser una obra de arte aparte, por su intricado diseño con un nivel de detalle sencillamente alucinante, en lo que parece ser algo como un mapa de índole fantasiosa, con lo que parecen ser mares y castillos. Es increíblemente fascinante.
Si no nos quedamos pasmados por el dibujo anterior, viene la parte "farmacéutica", de estilo similar al "herbario", con ilustraciones de plantas y raíces varias (ninguna de ellas conocidas) acompañadas de un texto descriptivo.
Finalmente la sexta y última sección es "recetas", una lista de lo que aparentemente serían fórmulas y recetas para la creación de productos naturales o tal vez algo relacionado a la alquimia.
Claramente teniendo en cuenta todo esto, se puede decir con gran seguridad que el Manuscrito Voynich es un códice enciclopédico relacionado a las ciencias, aunque evidentemente de un origen totalmente desconocido, ya que hasta ahora ninguna de las tantas ilustraciones incluidas en este magnífico volumen ha sido relacionado o reconocido correctamente como algo ya conocido.
Sin dudas lo más impresionante de este códice es el enorme detalle que tiene tanto en sus textos como en sus dibujos. ¿Cuánto le puede haber llevado al autor realizar todo este trabajo?
¿Quién lo hizo?
Hay muchas teorías con respecto al autor original del manuscrito, casi todas producto de la investigación desarrollada por el propio Wilfrid Voynich. Para ir hacia el supuesto creador, hay que remontarse al primer dueño conocido que tuvo el libro: Emperador Rodolfo II de Bohemia, quien decía que el autor había sido un filósofo y científico de la orden franciscana llamado Roger Bacon, conocido el Doctor Admirable (anotá, Marvel). Bacon era un erudito en las ciencias y artes descritas en el libro y durante muchos años fue la teoría más fuerte sobre el origen del mismo.
Siguiendo esta pista, Voynich descubrió que aparentemente Rodolfo II le compró el manuscrito a John Dee, un matemático y astrónomo inglés, poseedor de gran parte de los trabajos de Bacon. Desde ese punto, hay algunos que especulan con que el manuscrito es realmente obra del propio John Dee, como una obra falsa de Roger Bacon, para poder venderla a un precio considerable. Tanto la teoría de Bacon como la de Dee fueron finalmente desechadas luego de la exitosa prueba de radiocarbono para determinar el año de creación.
Pero antes de eso, Wilfrid Voynich no detenía su búsqueda incansable. Alrededor de 1921, descubrió en la primera página, con ayuda de unos productos químicos, un texto que decía "Jacobj à Tepenece", el nombre real de Jacobus Sinapius, un herbalista checho y médico personal de Rolfo II (¡chan!). Luego de comparar la caligrafía de Jacobus con la del manuscrito, se resolvió que su firma indicaba simplemente que el mismo estuvo en su posesión en algún momento. Hay varios "candidatos al título" que fueron planteados alrededor de los años por los estudiosos del tema, pero ninguna historia ha llegado a buen puerto... pero queda una más.
Porque en un momento alguien tuvo la idea de plantear lo siguiente: ¿y si el manuscrito es una creación fraudulenta del propio Voynich? Recordemos, un experto coleccionista y vendedor de libros antiguos y raros, claramente tendría las herramientas y el conocimiento para llevar algo así adelante, con la idea de tener un artículo único e irrepetible de Roger Bacon, lo que valdría una fortuna. Además, al fin de cuentas, toda la investigación la venía realizando él mismo.
Finalmente, luego de mucha especulación con respecto a las intenciones de Voynich, se descubrieron cartas en las que algunos de los primeros dueños del libro hablaban en detalle del mismo, por lo que esta teoría quedó descartada.
¿Y en qué quedamos?
En la nada misma. El Manuscrito Voynich sigue siendo un enorme misterio que les sigue rompiendo la cabeza a investigadores de todo el planeta, obsesionados con descrifar su texto y poder llegar a conocer al verdadero autor del mismo.
Algunos consideran que no es más que una estafa muy pero muy bien elaborada llevada a cabo por algún vivo. Pero, ¿realmente algo con semejante magnitud de detalles puede haber sido fruto de una joda? Sinceramente, es poco probable que alguien se haya tomado un trabajo tan brutal simplemente como diversión.
Más interesante es lo que prousieron los escritores Gerry Kennedy y Rob Churchill en 2004: el Manuscrito Voynich es producto de la glosolalia, una serie o conjunto de frases en un idioma inventado (lo que le da el carácter de desconocido), tal vez producido por un algún cuadro psicopatológico o neurológico, o tal vez fruto de algún ritual de indole espiritual o religioso. El autor, bajo el efecto de alguno de estos casos, dio vida al libro de manera no consciente... Aunque también sería improbable por lo mismo que el punto anterior.
¡Pero hace poco hubo novedades!
Recientemente (a fines de 2017), un grupo de científicos y expertos en criptología de la Universidad de Alberta, en Canadá, llevaron a cabo un revolucionario trabajo de investigación utilizando inteligencia artificial. Luego de varios intentos en distintas lenguas, el hebreo dio un resultado de un 80% de coincidencia. Aparentemente, el libro está escrito utilizando alfagramas, que es cuando las letras de una palabra se cambian de posición en orden alfabético, haciendo la palabra original irreconocible. Por ejemplo, el alfagrama de Expreso a Neptuno sería eeoprsx a ennoptu.
Utilizando esta metodología, los investigadores dicen que lograron traducir la primera frase de la sección "herbario":
¿Eh? Este equipo de Alberta está trabajando con todo en este nuevo descubrimiento, buscando la ayuda de expertos en hebreo antiguo para seguir adelante y darle finalmente un sentido y resolver de una buena vez este gran misterio.
¿Podrán?
El manuscrito toma su nombre de Wilfrid Voynich, un polaco dueño de uno de los negocios de libros extraños más importantes del mundo, quien tomó posesión del mismo en 1912, aunque se conocen varios dueños anteriores. Pero lo importante realmente... es lo de adentro (?).
¿De qué trata?
Ahí está el gran misterio: nadie sabe. ¿Pero por qué? Porque el Manuscrito Voynich está escrito en un idioma completamente desconocido al día de hoy que ha sido literalmente imposible de descifrar. Lo bueno, es que todo esto texto extraño viene acompañado de muchísimos dibujos que son utilizados por los expertos para dividir y darle secciones al libro, y en base a ellos se ha podido tener una idea de lo que podría ser el contenido.
La parte principal se conoce como la sección del "herbario", al estar adornada de ilustraciones de plantas, en general una por hoja, con un pequeño párrafo acompañando como una especie de descripción de la planta en cuestión. Cabe destacar igualmente que ninguna de estas plantas es realmente reconocible.
Lo sigue la sección "astronómica", una impresionante colección de ilustraciones circulares representando primero el sol, la luna y las estrellas, los signos zodiacales, entre otras cosas. Muchas de estas imágenes están acompañadas, por alguna razón, de mujeres desnudas.
La tercer sección, "biología", tiene muchísimo texto en cada una de sus páginas, que se encuentran interconectadas por dibujos de mujeres desnudas (de nuevo), bañándose alegremente en grupos numerosos en lo que parecen ser como unas piscinas de color verde, con extrañas tuberías que sirven como conexión entre una y otra. Algunas de las piscinas tienen formas horriblemente parecidas a órganos humanos. Es un WTF absoluto.
El apartado de "cosmología" es el más pequeño y tiene nuevamente ilustraciones circulares, aunque se destaca la parte final de la sección, con un dibujo desplegable en 6 hojas que en mi opinión debería ser una obra de arte aparte, por su intricado diseño con un nivel de detalle sencillamente alucinante, en lo que parece ser algo como un mapa de índole fantasiosa, con lo que parecen ser mares y castillos. Es increíblemente fascinante.
Una locura. |
Finalmente la sexta y última sección es "recetas", una lista de lo que aparentemente serían fórmulas y recetas para la creación de productos naturales o tal vez algo relacionado a la alquimia.
Claramente teniendo en cuenta todo esto, se puede decir con gran seguridad que el Manuscrito Voynich es un códice enciclopédico relacionado a las ciencias, aunque evidentemente de un origen totalmente desconocido, ya que hasta ahora ninguna de las tantas ilustraciones incluidas en este magnífico volumen ha sido relacionado o reconocido correctamente como algo ya conocido.
Sin dudas lo más impresionante de este códice es el enorme detalle que tiene tanto en sus textos como en sus dibujos. ¿Cuánto le puede haber llevado al autor realizar todo este trabajo?
¿Quién lo hizo?
Hay muchas teorías con respecto al autor original del manuscrito, casi todas producto de la investigación desarrollada por el propio Wilfrid Voynich. Para ir hacia el supuesto creador, hay que remontarse al primer dueño conocido que tuvo el libro: Emperador Rodolfo II de Bohemia, quien decía que el autor había sido un filósofo y científico de la orden franciscana llamado Roger Bacon, conocido el Doctor Admirable (anotá, Marvel). Bacon era un erudito en las ciencias y artes descritas en el libro y durante muchos años fue la teoría más fuerte sobre el origen del mismo.
Siguiendo esta pista, Voynich descubrió que aparentemente Rodolfo II le compró el manuscrito a John Dee, un matemático y astrónomo inglés, poseedor de gran parte de los trabajos de Bacon. Desde ese punto, hay algunos que especulan con que el manuscrito es realmente obra del propio John Dee, como una obra falsa de Roger Bacon, para poder venderla a un precio considerable. Tanto la teoría de Bacon como la de Dee fueron finalmente desechadas luego de la exitosa prueba de radiocarbono para determinar el año de creación.
Pero antes de eso, Wilfrid Voynich no detenía su búsqueda incansable. Alrededor de 1921, descubrió en la primera página, con ayuda de unos productos químicos, un texto que decía "Jacobj à Tepenece", el nombre real de Jacobus Sinapius, un herbalista checho y médico personal de Rolfo II (¡chan!). Luego de comparar la caligrafía de Jacobus con la del manuscrito, se resolvió que su firma indicaba simplemente que el mismo estuvo en su posesión en algún momento. Hay varios "candidatos al título" que fueron planteados alrededor de los años por los estudiosos del tema, pero ninguna historia ha llegado a buen puerto... pero queda una más.
Porque en un momento alguien tuvo la idea de plantear lo siguiente: ¿y si el manuscrito es una creación fraudulenta del propio Voynich? Recordemos, un experto coleccionista y vendedor de libros antiguos y raros, claramente tendría las herramientas y el conocimiento para llevar algo así adelante, con la idea de tener un artículo único e irrepetible de Roger Bacon, lo que valdría una fortuna. Además, al fin de cuentas, toda la investigación la venía realizando él mismo.
Finalmente, luego de mucha especulación con respecto a las intenciones de Voynich, se descubrieron cartas en las que algunos de los primeros dueños del libro hablaban en detalle del mismo, por lo que esta teoría quedó descartada.
¿Y en qué quedamos?
En la nada misma. El Manuscrito Voynich sigue siendo un enorme misterio que les sigue rompiendo la cabeza a investigadores de todo el planeta, obsesionados con descrifar su texto y poder llegar a conocer al verdadero autor del mismo.
Algunos consideran que no es más que una estafa muy pero muy bien elaborada llevada a cabo por algún vivo. Pero, ¿realmente algo con semejante magnitud de detalles puede haber sido fruto de una joda? Sinceramente, es poco probable que alguien se haya tomado un trabajo tan brutal simplemente como diversión.
Más interesante es lo que prousieron los escritores Gerry Kennedy y Rob Churchill en 2004: el Manuscrito Voynich es producto de la glosolalia, una serie o conjunto de frases en un idioma inventado (lo que le da el carácter de desconocido), tal vez producido por un algún cuadro psicopatológico o neurológico, o tal vez fruto de algún ritual de indole espiritual o religioso. El autor, bajo el efecto de alguno de estos casos, dio vida al libro de manera no consciente... Aunque también sería improbable por lo mismo que el punto anterior.
¡Pero hace poco hubo novedades!
Recientemente (a fines de 2017), un grupo de científicos y expertos en criptología de la Universidad de Alberta, en Canadá, llevaron a cabo un revolucionario trabajo de investigación utilizando inteligencia artificial. Luego de varios intentos en distintas lenguas, el hebreo dio un resultado de un 80% de coincidencia. Aparentemente, el libro está escrito utilizando alfagramas, que es cuando las letras de una palabra se cambian de posición en orden alfabético, haciendo la palabra original irreconocible. Por ejemplo, el alfagrama de Expreso a Neptuno sería eeoprsx a ennoptu.
Utilizando esta metodología, los investigadores dicen que lograron traducir la primera frase de la sección "herbario":
Ella hizo recomendaciones al sacerdote, al hombre de la casa, y a mí y la gente.
¿Eh? Este equipo de Alberta está trabajando con todo en este nuevo descubrimiento, buscando la ayuda de expertos en hebreo antiguo para seguir adelante y darle finalmente un sentido y resolver de una buena vez este gran misterio.
¿Podrán?
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