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Discos del Más Allá

8:23 a.m. santi varde 0 Comentarios Categoría : ,


Los discos póstumos suelen ser carne de polémica. Cada vez que escuchamos que sale un nuevo álbum de un músico que lleva años muerto, uno no puede evitar arrugar la nariz al sentir el sucio aroma del ánimo de lucro descarado (por no decir choreo).

El motivo por el que pasa ésto es más que justificado. En nombre del “homenaje” o el “recuerdo” se han lanzado al mercado verdaderos robos. Casos cómo Sketches from my sweetheart the drunk de Jeff Buckley o casi todo lo que se editó de John Lennon después de su muerte son ejemplos claros. Material que podría haber sido bueno si el músico no se hubiese fallecido antes de terminarlo, pero que al escucharlo suena a lo que es: algo a medio hacer.

Por suerte, hay excepciones. Discos de artistas fallecidos que se completan de forma satisfactoria y que realmente suenan como una entrega al nivel de lo que hizo el músico en vida y no como un heredero revolviendo cajas de grabaciones porque necesita pagar la cuota de la American Express.

A continuación dejamos tres ejemplos que -en mi opinión- cumplen con esta condición. Importante es aclarar que en el listado gambeteamos cual Orteguita los falsos discos post-mortem, es decir discos que ya estaban terminados, pero que salieron después de la muerte del músico, como Closer de Joy Division, Grievous Angel de Gram Parsons, The Dock Of The Bay de Otis Redding o Los Amigo de Luis Alberto Spinetta.


JANIS JOPLIN: PEARL


Cuando la cantante Janis Joplin comenzó a grabar su segundo disco solista en Septiembre de 1970, los planetas estaban alineados para que sea un discazo. El productor Paul Rothchild, que había trabajado con The Doors, se entendía a la perfección con Janis y las canciones sonaban mejor que nunca. The Full Tilt Boogie Band, su nueva banda de acompañamiento, estaba aceitadísima. Y, cómo si fuera poco, habían armado un listado de canciones escritas por leyendas del soul y el blues, cómo Bobby Womack, Howard Tate y Kris Kristofferson.

Sin embargo, el 4 de Octubre, cuando quedaba poco para terminar, Janis no asistió a la grabación. Preocupado, el productor fue a buscarla y la encontró muerta junto a su cama, a causa de una sobredosis de heroína.

A diferencia de otros casos en ésta lista, la finalización del disco no fue muy problemática. De las diez canciones que integraron el corte final, ocho ya estaban completas e incluso la cantante había dado su visto bueno, solo era cuestión de mezclarlas.


Solo dos canciones quedaron a medio terminar. La primera fue Mercedes Benz, un tema que la cantante escribió junto a Bob Neubirth. Joplin llegó a grabar una versión a capella tres días antes de su muerte. Fue la única toma y fue tan buena que el productor decidió dejarla como estaba. Sería la última canción que la cantante registró antes de morir.

La otra canción incompleta fue Buried Alive in the Blues. The Full Tilt Boogie Band había grabado la base intrumental y Joplin había dado su visto bueno, pero murió antes de ponerle voz. El productor y la banda propusieron a Nick Gravenites, el compositor, que la cantase como una especie de tributo a Janis. Pero después de que éste se negó, decidieron dejar el tema en el disco como un track instrumental.

Pearl salió al mercado tres meses después de la muerte de Janis Joplin y es a la fecha el disco más exitoso de la cantante de Texas. Canciones como Cry Baby, Me and Bobby McGee o la ya mencionada Mercedes Benz son hoy considerados clásicos de su repertorio.


QUEEN: MADE IN HEAVEN



Made in Heaven cumple perfectamente con lo que decíamos al principio de que los discos post-mortem para ser buenos tienen que “no parecer un robo”. Es un disco que está al nivel de cualquier otro de la discografía de Queen, e incluso por encima de varios de ellos.

Ahora ¿Cómo armás un disco nuevo de cero cuando tu cantante lleva cuatro años muerto? Con mucho laburo e imaginación.

Como ya contamos en un post dedicado al cantante, el disco tenía una base. Poco antes de su muerte Freddie Mercury intentó dejar la mayor cantidad de material posible grabado, para que la banda pudiera hacer un álbum después de su muerte. Con esas sesiones, la banda logró armar lo que serían You Don’t Fool Me, Mother Love y A Winter’s Tale.

La imaginación entró cuando se dieron cuenta que con tres canciones no haces un disco. De ahí empezaron a rascar cosas de otro lado. De las sesiones de The Works (1984) recuperaron Let Me Live, canción que quedó cajoneada después de que se frustró una colaboración de Rod Stewart. My Life Has Been Saved era un lado B olvidado de Scandal! un single de The Miracle (1989). De ese disco también saldría Too Much Love Will Kill You, canción que en su momento no pudieron lanzar por problemas de derechos con uno de sus co-autores.


Para completar la cosa, la banda echó mano a tres grabaciones solistas de Freddie: Made in Heaven, I Was Born To Love You y It’s a Beautiful Day, la última una improvisación de pocos segunda grabada por Mercury durante las sesiones de The Game (1980)

Heaven For Everyone, la última pieza del rompecabezas, era una canción que Roger Taylor había compuesto y grabado con su banda solista The Cross y para la que Mercury había puesto la voz.

Hasta acá la imaginación.

La parte de laburo entra en cómo se compuso el disco y es lo que hace la diferencia con otros discos post-mortem bastante patéticos. La banda no se limitó a agarrar el material, pulirlo, producirlo y mezclarlo. Muchas de las canciones se volvieron a grabar desde cero, componiendo nuevos arreglos, buscando darles una unidad y, lo más importante, un sonido que fuese el de Queen.

En otras palabras, May, Taylor y Deacon se esforzaron mucho para que Made In Heaven sonara como un disco más de la banda y no como un rejunte de canciones. Y en mi opinión, lo lograron.


ELLIOTT SMITH: FROM A BASEMENT ON A HILL



Cuando Elliott Smith se suicidó en Octubre de 2003, llevaba poco menos de tres año trabajando en lo que sería la continuación de su exitoso Figure 8 (2000).

Para finalizar el disco, la familia de Smith pidió ayuda a su ex-novia Joanna Bolme - que había convivido con él mientras lo componía- y a Rob Schnapf, el productor de los dos discos anteriores del músico. Sin embargo, había un tercero en discordia: David McConnell, el productor e ingeniero de sonido que venía trabajando en el disco con Smith hasta ese momento.

A pesar de haber concebido parte del disco con Smith, McConnell fue dejado de lado. Schnapf adoptó el proyecto como suyo y hasta se dió el lujo de ignorar unos cuadernos con anotaciones del propio Elliott que McConnell guardaba, dónde el músico daba detalles de lo que quería hacer con las canciones.

Es bastante increíble que de todo ese quilombo de productores y opiniones haya salido un disco del nivel de From A Basement On A HIll. Pero hay varios motivos entender por qué pasó eso.


El primero es que, a la muerte de Smith, el disco estaba bastante avanzando. El músico tenía  nueve canciones prácticamente terminadas y mezcladas. Para completar el disco los productores tenían para elegir entre ¡CUARENTA! más a medio terminar. O sea que tenían material de sobra para hacer algo, por lo menos, decente.

El segundo, era que a esa altura Schnapf se conocía de memoria el estilo de Smith. Por eso jugó a la segura y mantuvo el estilo de Figure 8, pero llevándose todo un poquito más al extremo: un poco más ruidoso, un poco más oscuro, un poco más moderno.

El tercero, es la casualidad. Hubo dos canciones que se sumaron al disco por mero capricho, pero que terminaron calzando a la perfección. Una es Pretty (Ugly Before), que se había editado como single y que Bolme insistió en meter porque sentía que pegaba con el mood del disco (y no estaba equivocada). La otra Ostrich & Chirping, una pieza instrumental de McConnell que él mismo metió en medio del disco como una meadita para marcar territorio, pero que funciona más que bien como intervalo entre las dos mitades del álbum.

El resultado final, como señalaron las críticas de su época, es excelente. Un disco que no da la sensación de haber sido concebido con pedazos de canciones que se fueron juntando como se pudo, sino que muestra a Elliott Smith en todo su esplendor.

FIRMA: Alcalde Goldie Wilson
(progreso es mi lema!)

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