Lost me cambió la vida
Yo no era una persona de ver muchas series, de hecho no veía ninguna. Por ejemplo, nunca vi X-Files en su momento de gloria. A lo sumo miraba cosas como Alf y anime (Dragon Ball Z, Saint Seiya, etc) y paremos de contar. Sinceramente era algo que me tenía sin cuidado y en esa época me importaban otras cosas. Pero todo cambió un día de 2007, cuando conocí Lost y mi vida en ese sentido ya no fue la misma...
Conocía Lost de nombre, pero no tenía ni la más remota idea de qué se trataba ni mucho menos, como ya dije, no le daba mucha bola al asunto. Un día estaba en la casa de un gran amigo, ojeando el nuevo número de la revista La Cosa que incluía una nota de dicha serie, que yo, obviamente, no había leído. Aprovecho y le pregunto a mi amigo qué onda, y me responde, textual: "¿Lost? ¿No la ves? Boludo, es una serie hecha para vos, ¡daba por descontado que la estabas viendo!". Suficiente para mí. Debía verla, así que unos días después fui a Musimundo y me compré la primera temporada en DVD. Llegué a mí casa, me preparé el sillón, me llené un vaso enorme de gaseosa y le dí play. ¿Qué pasó? Me terminé viendo cuatro episodios de un saque, y hubiera seguido de no ser porque al otro día tenía que ir a trabajar. No podía creer lo que estaba viendo y en especial no podía creer lo que me había estado perdiendo, por gil.
De más está decir que me morfé la primer temporada en pocos días, y de hecho antes de terminarla ya tenía compradas la segunda y la tercera, esta última recién salida del horno. En este punto ya estaba volviendo loco a mis amigos que no la habían visto, prácticamente obligándolos a verla. Por suerte cumplieron y se hicieron tan fanáticos como yo.
La cuarta temporada fue la que más disfruté, por el hecho de haber sido la primera que fui viviendo semana a semana, sin la ventaja de poder ver 500 episodios por día. Y empezaron las juntadas con amigos a verla, como una especie de misa. "Che, ya está el nuevo de Lost, mañana nos juntamos", y ahí estábamos.
El delirio fue tanto que los episodios no duraban simplemente 45 minutos, sino que duraban hasta el comienzo del siguiente, y en ese tiempo ese episodio se veía nuevamente, se seleccionaban escenas, se debatía y discutía en foros, se entraba a sitios de internet para leer teorías, etc. Lost me hizo pasar de no ver series a directamente estudiarlas. Me metí en el trasfondo, me sumergí y analicé de lleno la mitología, tejiendo conjeturas (la mayoría absurdas) y especulando sobre las respuestas a los tantos misterios, que no eran pocos.
Los números, uno de los principales misterios de la serie. |
El delirio fue tanto que los episodios no duraban simplemente 45 minutos, sino que duraban hasta el comienzo del siguiente, y en ese tiempo ese episodio se veía nuevamente, se seleccionaban escenas, se debatía y discutía en foros, se entraba a sitios de internet para leer teorías, etc. Lost me hizo pasar de no ver series a directamente estudiarlas. Me metí en el trasfondo, me sumergí y analicé de lleno la mitología, tejiendo conjeturas (la mayoría absurdas) y especulando sobre las respuestas a los tantos misterios, que no eran pocos.
De ahí en adelante no paré. La locura por Lost siguió hasta el final, claro, y si bien el cierre no fue de lo mejor (por no decir que me decepcionó bastante, y ya voy a hablar en otro post sobre esto), el camino fue una experiencia hermosa y absoluta para mí, que puso a las series entre mis máximas pasiones. Este recorrido siguió con Fringe, otra serie del mismo creador también llena de misterios y con una mitología apasionante, que me enganchó por completo y se convirtió en una de mis favoritas de siempre.
Fringe, la serie que continuó con mi locura iniciada por Lost. |
Adelante mío había un planeta entero para desglosar y disfrutar, y que al día de hoy sigo viviendo a pleno, luego de todos estos años. He llegado a ver diez episodios de 24 en un día, tal vez uno de mis puntos de desquicie máximos. Me comí casi cinco temporadas de Doctor Who en poco más de dos meses, y la sigo viendo. Me clavé toda Breaking Bad en un mes, y en todas y en cada una de estas series hice lo mismo: me metí de lleno en su historia y en su mundo, entré a comunidades online para debatir y leer teorías, buscar curiosidades, etc.
El Doctor, mi nueva adicción a la Lost. |
Lost es el gran responsable de esto, de que me interese en las cosas que se ven en la caja boba, de que en vez de ser un espectador normal me convierta en un analista de lo que estoy viendo, de volverme un pesado recomendando a mis conocidos, de pegar gritos ante un plot twist o cliffhanger que te vuela la peluca (como el demencial final de la tercera temporada). Me convirtió en un loco, y no puedo estar más agradecido por esta linda locura.
1 comentarios
Muy bueno el blog.
ResponderBorrarSaludos