Tipos que merecen ser leyenda Vol. 2: Roky Erickson y sus canciones desde el manicomio
En un día de otoño de 1972
Evelyn Kynard llegó al Hospital Psiquiátrico de Rusk, en Texas, llevando
consigo un grabador a cinta magnética. Después de mucho insistir, había logrado
convencer a las autoridades de la institución que dejasen a su hijo grabar las
canciones que había compuesto durante sus casi dos años de reclusión.
Su hijo no era otro que Roky
Erickson, cantante y guitarrista de los 13th
Floor Elevators y básicamente el creador del Rock Psicodélico. Y las seis
canciones que grabó ese día atravesaron un viaje de casi 30 años para poder,
finalmente, ver la luz.
ASCENSO Y CAÍDA DESDE EL
PISO 13
Para entender, antes que
nada, quién fue Roky Erickson, es necesario remontarse a mediados de la década
del ‘60, cuando este que había dejado la secundaría por no querer cortarse el
pelo tocaba con The Spades, una banda
más o menos conocida en el circuito de bares de Austin, Texas. Una noche,
cuando estaban terminando un recital, entraron de la calle un grupo de jóvenes
con barba larga y ropas raras, nadie en ese lugar había visto antes algo como
ellos. Estos muchachos, lejos de dejarse
amedrentar por las miradas raras, empezaron a repartir dosis de LSD entre todos
los presentes, cómo para descontracturar un poco el ambiente. Entre ellos
estaba Tommy Hall un loco-lindo drogón y con inquietudes artísticas, que no
tardo en ponerse a hablar con Roky y en introducirlo al bello mundo del ácido
lisérgico.
Pronto se hicieron amigos y
comenzaron a juntarse en departamento que Hall tenía junto con su esposa
Clementine. Allí se les ocurrió de la posibilidad de armar una nueva banda, con
miembros de los Spades y de The Lingsmen, otra banda de la zona.
Según cuentan entre el '66 y el '69 Roky tomó
LSD unas 300 veces. Còmo para no quedar
del toor.
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Los 13th Floor
Elevators estaban casi ensamblados. El problema era que Tommy Hall no era
músico y no estaban muy seguros de que rol debería ocupar, hasta que un día el
muchacho cayó con una jarra de agua y comenzó a soplar. Este “instrumento” - si
me perdonan las comillas.- era común en la música country estadounidense y
terminaría dando a la nueva banda ese sonido extraño de fondo, que termino de
redondear su búsqueda: una música que refleje lo que se sentía tomar ácido.
Los Elevators tuvieron una
vida corta, pero intensa. En 1966, pocos meses después de empezar a tocar,
grabaron “You’re Gonna Miss Me” una
canción que Roky había compuesto a los 15 años. Ese fue probablemente su mayor
éxito, primero a nivel local y luego a escala nacional. Los ecos, las disonancias,
el sonido de las guitarras, el ruido casi espacial de la jarra de Hall y los
gritos de Erickson fueron una fórmula exitosa, no solo para pegar un hit, sino
también para crear todo un nuevo sonido, un nuevo tipo de rock, que el propio
Tommy Hall bautizaría cómo “Rock Psicodélico”. Si, Los 13th Floor Elevators le ganaron a Sgt Pepper y a Syd Barret, por más o menos un año.
Ese mismo año sacarían su
primer y más exitoso LP The Psychedelic Sounds of The 13th Floor Elevators, pero no tuvieron mucho
tiempo para disfrutar de su éxito. La banda tenía una fuerte relación con el
consumo de LSD y marihuana y la policía llevaba tiempo tratando de atraparlos y
encarcelarlos para poner un ejemplo a los chicos jóvenes de la ciudad. Al final
lograron que un juez firmase una orden diciendo que dos de los músicos no
podían aparecer en público en Texas. Por eso, a mediados del 1966 la banda se
fue a San Francisco.
Ok, Revolver también era medio psicodélico,
pero salió casi en la misma época. De última sería
un empate
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Allá
se hicieron amigos de bandas cómo Grateful
Dead, Quick Silver Messenger Service
y Big Brother and the Holding Company.
De
hecho, muchos dicen que la voz de Erickson tuvo mucha influencia en la forma de
cantar de Janis Joplin, vocalista de Big Brother. La estancia de los Elevators en San Francisco duró poco,
pero fue definitoria, Llegaron a una ciudad llena de bandas de folk acústico y
cuando se fueron 6 meses después todos habían empezado a electrificarse (¡¡Bob
Dylan incluído!!)
En 1967 la banda empezó a desdibujarse. Tommy estaba
cada vez más metido en el consumo de drogas y Roky empezó a mostrar los
primeros síntomas de locura. Faltaba a los recitales y utilizaba una cinta en
la frente, para proteger las transmisiones de su “tercer ojo”. En ese contexto sacaron
su segundo disco, Easter Everywhere,
que resultó un fracaso. Era el principio del fin
…NUNCA TE HARÀN DAÑO LOS LOCOS
Durante los siguientes años los 13th Floor
Elevators lograron sacar dos discos más, pero Roky Erickson tuvo poca
participación. Ya casi no tocaba en vivo y solía desaparecer durante semanas,
para volver después a la casa de su madre, hablando incoherencias.
A mediados de 1968 la compañía representante de la
banda decidió internar a Roky en un instituto de rehabilitación, dónde fue
tratado con terapia de electroshock y... más drogas. Sin embargo su primera
internación duró poco, porque días después Tommy se metió en el hospital y lo
ayudó a fugarse.
Erickson grabó con locos psicópatas de
verdad. En tu cara Marilyn careta...
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Por desgracia la libertad le duró poco. A comienzos de
1969 cometió el error garrafal de tirar una tuca por la ventana del auto
mientras iba manejando. Un patrullero lo vio y le hizo parar el auto. Erickson
todavía era un Elevator y la justicia
seguía con ganas de meterlos en cana, así que las cosas no fueron bien. Para no
ir a la cárcel su abogado le aconsejó que se declarase demente y, cómo ya se había
escapado de una institución, fue a parar al Hospital Estatal de Rusk que en realidad estaba destinado para asesinos
psicópatas o locos peligrosos y no para pibes que fuman porro y flashean que
tienen un tercer ojo. Pero bueno, así era Texas.
Aunque parezca raro, durante
su encierro Roky mejoró. Incluso formó una banda con otros reclusos, integrada
por un bajista que había acuchillado a la hija de un policía con un
destornillador; un baterista que había matado a un hombre por tocar su auto; y
un percusionista que había violado y matado a un nene de 12 años, para después
esconder su cuerpo en una heladera. Con ellos ensayó varios covers de los Rolling
Stones y seis nuevos temas compuesto por él durante su encierro. Esas canciones
fueron las que registraría en el grabador a cinta poco tiempo después y quedarían
guardados ahí hasta 1999.
TEMELE A LOS SANOS…
A mediados de los 70s Roky
fue declarado “mentalmente sano” y abandonó Rusk. La medicación lo mantenía
bien al punto de poder hacer una vida normal, pudo casarse con su novia y tuvo
un hijo. Sin embargo le impedían desarrollar su actividad favorita: hacer
música, no solo por cuestiones mentales, sino porque además uno de los efectos
secundarios de la droga era un temblor de manos constante que le impedía tocar
la guitarra.
"Poseído por Aliens... esa es buena, cómo no se
me ocurrió"
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Recién en 1980, después de
un intento fallido por reunir a los 13th
Floor Elevators, formó su nueva banda Roky
Erickson and The Aliens. Si bien no está claro cuando, podemos asumir que
por esa época dejó de tomar sus pastillas, ya que poco tiempo después contrató
un abogado para que le ayude a armar una declaración jurada diciendo que estaba
poseído por un alien y que, por lo tanto, no podía ser declarado responsable
por cualquier ley que quebrase.
Por esa época se obsesionó
también con el correo y empezó a escribirle cartas a famosos (vivos y muertos)
y a robarles la correspondencia a los vecinos. Finalmente intervino la policía,
pero el bueno de Roky zafó porque nunca había abierto ninguna de sus cartas.
Estaban todas cerradas y pegadas en la pared, en un enorme y llamativo mural
EL FINAL DEL VIAJE
Durante los siguientes años
los 13th Floor Elevators
experimentaron una enorme popularidad retroactiva. Salieron una lluvia de
compilados y remasterizaciones no solo de ellos sino también de Erickson en
solitario. La discográfica estaba rascando en cada sótano, cada caja y cada
cinta buscando material para lanzar (o sea, haciendo la gran Yoko Ono). Entre
ellos Never Say Goodbye, que incluía las canciones grabadas durante las
sesiones de Rusk.
Pero Roky estaba ido. Hacía
varios años que no tocaba ni grababa. Recluido en su casa, se había descuidado.
Su mujer y su hijo lo habían dejado, tenía el pelo largo, había perdido casi
todos sus dientes y la cordura. A menudo prendía todos los aparatos eléctricos
de su casa, y cuando le preguntaron porque, respondió que era para que el ruido
tapase las voces en su cabeza.
Así lo encontró su hermano
Sunmer Erickson en el año 2001. Tras un juicio ganó la responsabilidad legal
sobre su hermano y se encargó de que recibiese el tratamiento que necesitaba.
Pocos años después Roky había recuperado todo: su esposa, su hijo, su interés
por la música y hasta sus dientes. Y hasta el día de hoy sigue tocando
regularmente en festivales y shows alrededor del mundo. Porque de algunas
locuras parece que se vuelve.
Bueno, se vuelve más o menos... |
FIRMA: Alcalde Goldie Wilson
(voy a limpiar esta ciudad!)
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