Vestigios del invierno
Los días grises tengo tendencia a que mi espíritu melancólico se vea acrecentado. En esta oportunidad por diversos motivos hace mucho que no escribo y, bueno, este primer arranque suele ser el que más cuesta. Es extraño de todas formas. Tengo una cierta predisposición a encontrarme en ese estado, supongo que debe ser por lo que me genera. Siento esa satisfacción ligeramente angustiante, una sensación en el estómago, una descarga en el cuerpo. Qué lo trae, sería una pregunta pertinente.
Para ser completamente honesto, no sé si tengo una respuesta acabada al respecto. En ocasiones puede ser un estado temporal, la lluvia, el viento, un sol de primavera, o al menos el deseo de percibirlo. En otros momentos te aborda un recuerdo, un escenario, tengo una tendencia a recurrir a la playa. Esas playas en la provincia de Buenos Aires, que muchos critican, que a muchos disgusta, con su característico azote del viento, el mar frío, el cielo gris. No puedo entender como hay quienes no lo disfrutan, sentir ese leve zumbido, los pies en la orilla, mirar el horizonte. Otras veces el detonante puede ser simplemente un mal día, una reflexión, la disconformidad con la realidad sistémica y casi absurda en la que estamos insertos. Casi cualquier cosa puede provocar que uno se exprese, y con esto no me refiero solo a la escritura. Creo que es una forma más de provocar a nuestra sensibilidad, de comunicar, de pensar, de permitirnos reflexionar sin caer en esa híper reflexión que muchas veces puede no ser nada favorable para quien la sufre. Podría decirse que cuando empecé a hacerlo fue algo terapéutico, hoy en día además es algo que disfruto. El canto, el teatro, la escritura en ocasiones me deja una sensación en el cuerpo que me hace notar que vale la pena. Me cargan, siento un ligero hormigueo, un estado de la mente. Eso tal vez sea. Aquietar la mente es una de las cosas más placenteras que se pueden lograr y, en mi caso, esas son algunas de las cosas que me lo permiten. Tiendo a preguntarme de tanto en tanto si alguien estaría interesado en este tipo de reflexiones. La verdad es que no estoy diciendo nada extraordinario, pero muchas veces nos sirve el acceso a otros puntos de vista. Las personas debemos enriquecernos del intercambio, hay una gran diversidad de pensamiento, de modo de acción y puede ser beneficioso escucharlo. También debo confesar que mientras escribo esto tendría ganas de escribir alguna otra cosa, pero el ejercicio de la escritura toma caminos que uno no siempre puede manejar. Retomar este hábito es parte de lo que, con el tiempo, te permite arribar a aquello que querés escribir.
Cruzó el umbral de la puerta
Lo envolvió el viento proveniente de la costa
Acariciándole el rostro
Alborotándole el cabello
El cielo estaba cerrado
Con ese gris
Que tan normal parece
En este momento del año
Alcanza la playa
Como cada mañana previo a las obligaciones
Disfrutando el escenario solitario
El viento secando sus lágrimas
Se ha quedado vacío
Más bien rengo
El silencio se volvió el protagonista
Pero no es uno de los buenos
En esos momentos desearía el sol
El contacto de su mano
Cálida, suave
Aunque en estos días fría y reseca
Desearía verla de nuevo
Despertando a su lado
Su mejilla iluminada
Su sonrisa fresca
Desearía volver a la niñez
Que comience el verano
Llegar a su casa en la alameda
Ver bajar a la niña del gordini verde
Desearía esconderse entre los médanos
Posar una mano en su cintura
La otra en la mejilla
Darle ese primer beso
El primero de ambos
Con la timidez de la inexperiencia
La falta de ritmo
Los espacios para respirar de a ratos
Desearía volver a treparse a su ventana
Que se desprendieran la ropa
Hacerlo por primera vez
Que se recueste en su pecho
Acariciarle la espalda
Desearía volver a proponérselo
Colocar el anillo frío
Ver la emoción en sus ojos
Sentir su mano sudorosa
Se arrepiente
De no haber sido padre
Temeroso de fallar
Quebrar lo maravilloso que era todo
Desearía el viaje en auto
Aquel que los dirigía hacia la villa
El mate del camino
Sentirse observado con cariño
Desearía una vez más
Sostener su mano
Su mirada
Hasta que se cerrasen aquellos ojos
Desearía no poder detenerse
Que el frío adormeciera sus sentidos
Los lazos lo llevaran hacia el fondo
Que se encontraran nuevamente
1 comentarios
Muy buenooooooo
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