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¿A dónde se fueron?

10:51 p.m. Webby 0 Comentarios Categoría :


A veces alguno piensa en abandonar todo e irse sin dejar ninguna pista, a algún lugar donde nadie lo pueda encontrar. Bueno, hay gente que aparentemente tomó esa fantasía y la llevó a cabo de la manera más literal posible. En un nuevo capítulo de "Expreso Investiga", hoy vamos a contar la historia de cinco casos de desapariciones sin resolver. Gente que se esfumó sin dejar ningún rastro de su paradero en una serie de misterios que sobrevivieron incontables teorías e investigaciones y que al día de hoy siguen generando confusión.

D.B. Cooper y un salto al vacío con 200.000 dólares


Un robo maestro perpetrado en 1971 y que 45 años después no se sabe qué carajo pasó. La historia nos sitúa en Portland, Oregon (leer con voz de presentador de "Los Videos Más Sorprendentes del Mundo"), el día 24 de noviembre de 1971, donde un tal Dan Cooper se subió a un avión con destino a Seattle. El tipo se sentó cómodamente y encendió un cigarrillo, esperando el despegue.

Una vez en vuelo, Cooper le dio una nota a una de las azafatas, en la que le daba a conocer un pequeño detalle: tenía una bomba en su maletín. Luego le pidió que se sentara junto a él y le reclamó el pago de 200.000 dólares (equivalente a un poco más de 1 millón en la actualidad) y un paracaídas o haría estallar el avión. De una. Pronto, el capitán de la nave se contactó con las autoridades del estado, mientras que al resto de los pasajeros se les comunicó que el vuelo se vería demorado por "desperfectos técnicos". Las autoridades decidieron que debían cooperar completamente con el secuestrador.

El Boeing 747 aterrizó en Seattle a las 5.40 pm y según las demandas de Cooper, se posicionó en una zona aislada del aeropuerto. Al Lee, el jefe de operaciones del aeropuerto fue el encargado de entregarle a Cooper la guita y el paracaídas, tal como había pedido, mientras un equipo del FBI esperaba en la distancia. Con sus demandas cumplidas (por ahora), el secuestrador permitió el descenso del avión a todos los pasajeros y a la azafata a la que le dio la nota al principio. Según relataron tiempo después, Cooper nunca los trató mal y hasta "parecía buena persona".

¿Pero para qué necesitaba el paracaídas? Bueno, ahora venía la segunda parte del plan. Carguen más combustible, ¡que nos vamos! 2 horas después del aterrizaje el avión estaba nuevamente en el aire, con sólo el personal necesario para volar. Cooper le indicó a la tripulación que se metieran todos en la cabina y cerraran la puerta.

Aproximadamente a las 8 de la noche, una luz de alarma se encendió en los controles, indicando que la puerta trasera se había abierto. A través del intercomunicador el piloto preguntó si podía hacer algo por él, pero la respuesta de Cooper fue un rotundo no. Segundos después, Cooper había saltado del avión y nunca más se supo de él.

¿Qué fue lo que sucedió?
Por supuesto, el plan de Dan Cooper (que no se llamaba así, claro) era básicamente ese: agarrar guita y desaparecer y eso es lo que se supone que pasó, aunque nunca fue comprobado. Durante los meses subsiguientes hubo una gran cantidad de trabajos de investigación en las zonas en las que se creía que había aterrizado con su paracaídas, pero no encontraron ninguna pista. Debido a la velocidad del vuelo y la pésima visibilidad en ese momento, muchos investigadores piensan que Cooper no sabía exactamente dónde iba a caer, por lógica deduciendo que actuó sólo. 

El FBI empezó a rastrear la pista de los billetes (habían tomado nota de los números de serie previamente a la entrega) pero nunca apareció ninguno. Fue en 1978 cuando se reavivó el caso cuando un cazador que pasaba por la zona del supuesto aterrizaje encontró un instructivo de cómo abrir la puerta trasera de un avión. El detalle es que correspondía a la puerta del avión secuestrado. En 1980 un chico que estaba de campamento con su familia se topó con $5.800 dólares en muy mal estado. Luego de analizarlos, descubrieron que coincidían con los billetes que entregaron a Cooper. Esto le dio más fuerza a la teoría de que Cooper en realidad no había sobrevivido a su pequeña aventura. Fue lo último que se supo del caso, que fue cerrado oficialmente por el FBI en julio de este año.

Louis Le Prince desaparece de un tren en movimiento


Louis Le Prince no es ningún ignoto, sino que es considerado por muchos historiadores como el padre del cine, poca cosa, ya que fue el primero en realizar imágenes en movimiento, años antes de los hermanos Lumiére. Un crack. Lamentablemente nunca pudo hacer ninguna demostración de su arte en Estados Unidos porque cuando estaba por ir a realizarla... se esfumó sin dejar rastro.

En Septiembre de 1890, Louis emprendió un viaje en tren desde Dijon hasta París, desde donde iría hacia Londres a patentar su nueva cámara y de allí a los Estados Unidos a hacer su primera gran presentación. Louis subió al tren, dejó su equipaje, se metió en su cabina privada y nunca más se lo vio.

Fue cuando el tren llegó a París que un amigo que lo esperaba descubrió que no estaba por ningún lado. Pero la cosa se vuelve más rara, los testigos declararon que no escucharon absolutamente nada extraño desde su cabina, y no sólo no estaba Le Prince sino que su equipaje (que estaba en otro compartimento) también había desaparecido. Scotland Yard se hizo cargo del caso investigando exhaustivamente tanto el tren como todo el recorrido que hizo y no encontraron absolutamente nada de nada, ni la más mínima pista.

¿Qué fue lo que sucedió?
Hay una serie de teorías. Una habla de un supuesto "suicido perfecto" por problemas económicos, pero la verdad es que Le Prince no tenía prácticamente ningún motivo para acabar con su propia vida, de hecho estaba yendo a patentar su gran y revolucionario invento. Otra dice que fue su propia familia la que le ordenó esfumarse, por problemas financieros y porque era gay(?). Lo cierto es que nunca hubo pruebas de que haya sido homosexual y de que tuviera problemas con su familia.

La teoría más interesante es la que se refiere a que fue asesinado encargado por su principal competidor, Thomas "El Garca" Edison, en una guerra por la patente del invento. Edison era conocido por ser básicamente un recontra hijo de mil putas que hacía todo lo que tenía a su alcance para ganarle a sus rivales y chorearles sus inventos... y bueno, puede ser, ¿no?

Ambrose Small, vendió todo y nunca más lo vieron


Ambrose Joseph Small era un muy importante magnate en el mundo de los teatros en Canadá, al punto de ser dueño de muchísimos alrededor de todo el país, incluyendo los más importantes de la ciudad de Toronto, por ejemplo. 

En 1919, con 56 años, Ambrose decidió retirarse del mundo del espectáculo y vendió todos sus teatros por la suma de $1.700.000 dólares, una verdadera fortuna. El 2 de diciembre de ese año se reunió con sus abogados, cerró los tratos, volvió a su oficina y esa fue la última vez que fue visto. Nadie lo vio salir del edificio ni por cerca de la zona.

La lógica indicaría que Ambrose agarró la guita y se las tomó a gastarla plácidamente en lo que se le cante el culo, pero lo raro del asunto es que no desapareció ni un centavo de su fortuna. No había ninguna nota, ni indicios de secuestro. Nada. La policía estaba completamente desconcertada. 

¿Qué fue lo que sucedió?
Las investigaciones del caso no dieron ningún tipo de resultado y de hecho sembraron más dudas que certezas. Una teoría dice que fue su mujer quién lo asesinó, enojada luego de descubrir un cuarto secreto en uno de los teatros donde Ambrose solía llevar señoritas. Pero nunca hubo pruebas de un asesinato. Su esposa finalmente donó toda la plata a una iglesia.

Hay otra teoría muy loca planteada a la policía por unos psíquicos a los que fueron a interrogar (realmente estaban en bolas con la investigación) que dice que Ambrose tuvo un súbito ataque de amnesia y paranoia y no tuvo mejor idea que esconderse de todo el mundo. Poco serio.

Al día de hoy, hay muchos que dicen que el fantasma de Ambrose vaga por algunos de sus teatros...

El barco de carga USS Cyclops


Esta historia no tiene detalles locos, pero tiene uno que la hace sobresalir: no sólo desapareció la tripulación sino que directamente desapareció el barco entero. Estamos hablando de una nave de 165 metros de eslora, con 306 tripulantes, en lo que hasta el día de hoy es la mayor pérdida de vida (no en combate) en la historia de la armada de los Estados Unidos.

Fue en marzo de 1918. El USS Cyclops zarpó desde El Salvador hacia Baltimore, Maryland, transportando 11 mil toneladas de manganeso. Antes de partir, el Comandante Worley reportó que uno de los motores tenía roto un cilindro y no podía navegar, pero se les ordenó traer la nave de vuelta a los Estados Unidos. En su camino de regreso tuvo que hacer una parada en Barbados por que el nivel de la línea de flotación superaba el recomendado, lo que indicaba un sobrecargo. La cosa es que el USS Cyclops jamás llegó a Baltimore.

¿Qué fue lo que sucedió?
El 10 de marzo, el día después de la última vez que supuestamente alguien vio al barco, se desató una tormenta muy violenta en esa región. Los investigadores dicen que la combinación del clima, la sobrecarga y el mal funcionamiento de uno de los motores, fue fatal y terminó con la embarcación hundiéndose. La clave es que al día de la fecha no se encontró ningún resto del USS Cyclops.

Como se encontraban en plena primera guerra mundial, algunos aventuran con que fue capturado (y luego hundido) por el ejercito alemán, que iba por su preciada carga (el manganeso se utilizaba para producir munición), aunque tanto en ese momento como en los años siguientes el gobierno alemán negó por completo cualquier acusación. En fin, nunca se sabrá...

La tripulación del MV Joyita


Zarpó de Apia, capital de Samoa, el 3 de octubre de 1955, con destino a las islas de Tokelau, a 430 km de distancia, con 16 tripulantes y 9 pasajeros. El navío tardó en salir por un desperfecto técnico, pero finalmente emprendió viaje funcionando con tan sólo un motor. Se suponía que debía llegar el 5 de octubre.

El 6 de octubre, desde el puerto de Tokelau se comunicaron para preguntar si alguien había visto al MV Joyita porque por ahí no había aparecido. Inmediatamente se emprendió una búsqueda para ver dónde carajo estaba el barco y durante una semana, en un operativo enorme, la Fuerza Aerea de Nueva Zelanda cubrió alrededor de 260.000km2, sin encontrar ninguna pista del paradero del barco perdido.

Un mes después, la nave mercante Tuvalu, en viaje desde Suva hacia Funafuti (no estoy inventando estos nombres, lo juro), se topó repentinamente con el MV Joyita, a apróximadamente 1,000 km de su ruta original. La embarcación se encontraba parcialmente inundada y medio sumergida (aunque todavía navegable). No había señal de sus tripulantes. Ahora empiezan los detalles raros:

La bitácora de navegación, los botes salvavidas y la comida habían desaparecido. La radio se encontraba en funcionamiento aunque por una pequeña falla descubierta después sólo tenía un alcance de 2 km (nada). La nave tenía una seria avería en su estructura, tal vez producto de una colisión, aunque no impedía su navegación.

Todas las ventanas estaban rotas, el cuarto de máquinas por alguna razón estaba cubierto de colchones (!). Todos los relojes se detuvieron a las 10.25. Y se encontró un maletín médico... lleno de sangre.

¿Qué fue lo que sucedió?
Nadie tiene la más pálida idea, pero por supuesto hay una serie de teorías nunca confirmadas. Lo que más llama la atención es el aparente repentino abandono de la nave cuando todavía seguía en condiciones de seguir viaje. Condiciones de mierda, pero navegable al fin.

Algunos dicen que el capitán, de apellido Miller, murió y el resto de los pasajeros, al ver que el barco se inundaba, entraron en pánico y escaparon. Las causas de la supuesta muerte del capitán podría haber sido por una enfermedad o asesinado por otro tripulante.

Otra dice que el MV Jotiya tuvo la mala suerte de encontrarse con una serie de barcos japoneses y que vieron cosas que no deberían haber visto, por lo que los hicieron desaparecer, secuestrándolos y llevándolos a una base secreta en una isla cercana. También hay teorías acerca de un motín y que se pudrió todo, o que Miller elaboró un plan maléfico para cobrar un seguro y saldar sus crecientes deudas. Muchísima fruta.

Acá se termina el post. Espero les haya gustado el post. Desaparezco hasta el mes que viene.

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