Grandes discos del rock de acá, vol. 2: La esquina del infinito
Como no nos gusta empezar secciones y que no tengan continuación… (risas), hoy vengo a traer el volumen 2 de la sección que se encarga de compartir esos discos del rock argentino que cualquiera que diga que le gusta el rock seguro escuchó. A su vez, todos aquellos que no los hayan escuchado están perdidos y se van a ir al infierno. Bueno, no sé si tanto pero dejen de boludear y escúchenlos.
Este disco pertenece a una de las bandas contemporáneas más reconocidas y posiblemente de las mejores que ha dado el escenario nacional en los últimos 30 años. Claro que no se trata de un dream team musical como podrían ser Serú Giran o Divididos quienes tienen discos que sin duda merecen tener su apartado en esa sección. Pero La Renga ha sabido ganarse su lugar.
La banda liderada por el gran Gustavo “Chizzo” Napoli en voz y guitarra fue generando un cambio con el tiempo, fue evolucionando desde lo que podría ser algo parecido al rock and roll para terminar convirtiéndose en una banda de hard rock hecha y derecha. Claro que en ese proceso quedaron cosas excelentes como “La esquina de infinito” y cosas olvidables como el disco instrumental del álbum “Trunotierra” del año 2006. También para ser justos hay que aclarar que la verdadera evolución en la banda la tuvo Chizzo.
Así fue como en el año 2000 con la participación del groso, crack indiscutido de Ricardo Mollo en la producción y guitarra en el tema “En pie”, salió a la calle “La esquina del infinito”. El disco consta de 11 canciones, de las cuales fueron todas compuestas por la banda salvo el tema que cierra el disco “Hey, hey, my, my” que es una versión más rockera y, a mí gusto, genial del tema de Neil Young.
Todo empieza con una zapada jazzera que se convierte en el riff del tema que da comienzo al disco, “La vida, las mismas calles”. A partir de este momento comienza una sucesión de canciones que se van superando una a una. Durante el recorrido nos vamos encontrando con algunos puntos muy altos como “Panic show” en el track 4 o “En el baldío” en el número 7. Para el “cholulaje” podemos decir que “Arte infernal”, tema en el cual participa Carlos Patán en el teclado con un solo de muy buen gusto, supo ser la cortina musical de “Carburando”, el programa de canal 13 que sigue el TC 2000 (podría haber risas de nuevo).
La fórmula que usa la renga es bastante simple pero no por eso menos buena o efectiva. Se podría tomar la frase “lo bueno y breve es dos veces bueno” e introducir una pequeña modificación hacia “lo bueno y simple es dos veces bueno”. En general los temas tienen un riff de guitarra y sobre eso se van armando distintas secciones. En algún punto suele haber solos, que en ocasiones son de guitarra y en otras de vientos. Algo que vale la pena destacar es que en cada caso están muy bien elegidos sobre qué temas usar cada tipo de instrumento. No sé si será porque toda la vida lo escuché así, pero da la sensación de que ese solo de guitarra o de saxo va bien con la canción y no podría ser reemplazado por uno del otro instrumento.
El disco está armado como un recorrido, un camino con un inicio y un fin. Esto se logra ya que después de finalizada la última canción, vuelve a empezar la zapada del principio y finalmente se escucha una breve conversación seguida por el cierre de una puerta.
Así termina “La esquina del infinito”, el cual es mi disco favorito de La Renga. Sí, acepto aquellos que puedan disentir pero sólo si están pensando en “Detonador de sueños”. Habiendo dicho esto me retiro e invito a todos a que escuchen por primera vez o reescuchen por vigésimo cuarta este discazo. Nos veremos en próxima publicaciones.
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