Primera vuelta por el fin del mundo
Llega un nuevo jueves y desde Expreso a Neptuno hay un post listo para salir. Mis próximos tres post van a estar dedicados a contar un poco la experiencia que viví el pasado fin de semana. Tuve la oportunidad de visitar la ciudad más austral del mundo, la mucho muy bella Ushuaia. Cuando llegue al final del recorrido va a quedar un pequeño resumen de qué se puede hacer durante 3 días de viaje. Claro que no es suficiente pero si nos permite ver un poco de qué se trata y conocer los principales atractivos turísticos.
Como cada vez que viajamos, es necesario contemplar un número importante de variables. Dado que no estudié turismo, ni nada por el estilo, desconozco si hay un orden preestablecido para organizar un viaje. Entonces lo hago como me parece. En un principio es necesario elegir cuándo vamos a viajar. En este aspecto Ushuaia tiene amplia disponibilidad ya que se puede visitar durante todo el año. Si son de esas personas que les gustan los deportes de nieve les gustará más el invierno, en cambio, si prefieren realizar trekking tal vez sea mejor ir en una época donde la nieve haya aflojado. Hay muchas opciones de excursiones y paseos que pueden realizar indistintamente de la época.
Teniendo cubierta la época del viaje, octubre en mi caso, debemos avanzar con el segundo punto de la lista, la forma de traslado. Dado que el viaje era sólo por el fin de semana el medio de transporte elegido fue el avión. Una vez sacados los pasajes resta definir el alojamiento. Dado que los miembros de Expreso a Neptuno somos considerados personas altamente influyentes en la sociedad contemporánea, contaba con alojamiento de cortesía por dos noches en el hotel Alto Andino. En este punto podemos hacer el primer reconocimiento. El hotel es excelente, cálido, con un ambiente muy agradable. Todas las personas que trabajan son muy amables y se ocupan de que tengas todo lo necesario. Nos tocó una habitación en la planta baja con una vista espectacular de la bahía. Pero si queremos hablar de una buena vista es necesario subir hasta el cuarto piso, donde se sirve el desayuno. Es una verdadera postal.
Ahora si podemos empezar a charlar un poco de las cosas que hay para hacer en Ushuaia. En estos días realizamos tres excursiones y la visita a un museo. En este primer post voy a contar lo correspondiente al día uno de viaje. Para la ida no pudimos conseguir vuelo directo, así que fuimos por la ruta que hace escala en Calafate. De todas maneras el vuelo salió súper temprano así que pasado el mediodía ya estábamos en el hotel. Después de habernos instalado fuimos a comer algo. Caminamos un poco por la Avenida San Martín, la principal, y terminamos entrando en un lugar llamado Tante Sara. Muy lindo como está decorado, todo en madera con un estilo de bar antiguo. La comida estaba bien pero si no están con mucha hambre recomiendo compartir los platos ya que son abundantes.
Una de las actividades imperdibles de Ushuaia es la navegación por el canal Beagle. Hay algunas alternativas a la hora de elegir qué tipo de navegación realizar y, como siempre, a medida que se suman cosas a la visita aumenta el costo. La primera opción es realizar la navegación que incluye la isla de los pájaros, la isla de los lobos marinos y el faro Les écleireurs, y tiene una duración de 2:30 hs. Se ve que mucha gente va pensando que este es el faro del fin del mundo y por eso tanto en la navegación, como en prácticamente cualquier lugar al que vas te aclaran que no lo es. En realidad el faro del fin del mundo está más al sur, en la isla de los estados, en la bahía de San Juan de Salvamento. La segunda opción es la navegación pinguinera, disponible de octubre a marzo, en la cual al paseo anterior se suma la visita a una isla donde migran dos especies de pingüinos, magallánico y papúa, en esta época del año. En este caso la navegación dura 4:30 hs. Por último hay una opción de realizar la navegación pinguinera pero en lugar de volver por agua, descender en la estancia Harberton y, luego de visitarla, volver por tierra a la ciudad.
Con María nos embarcamos en la navegación pinguinera y la verdad es que la experiencia estuvo muy buena. En un principio pensé que 4:30 hs tal vez era un poco mucho pero se me pasó súper rápido. A la ida vas frenando en cada isla y el catamarán se acerca bastante lo cual está bueno porque te da una buena vista y se puede observar a los animales con mayor detalle. Tal vez es un poco molesta la avalancha de personas intentando sacar fotos, hacer selfies y filmar videos pero nada a lo que no estemos habituados en lugares turísticos. Creo que la peor parte se la llevan los animales que los andamos perturbando en su lugar. Durante el recorrido a un lado del catamarán está Argentina y al otro lado Chile. Del lado argentino, el último poblado es Almanza, donde habitan pescadores artesanales que se ocupan de obtener del canal las centollas. Del lado chileno, está el pueblo más austral del mundo, Puerto Williams.
Los paisajes que se pueden observar son espectaculares. La bahía de Ushuaia, de la cual a medida que nos alejamos podemos ver a la ciudad respaldada por unos enormes picos nevados. También el resto del paseo nos regala una postal atrás de otra.
Nosotros viajamos en los catamaranes Canoero. El servicio fue excelente, con cafetería a bordo para combatir de a ratos el frío que hacía en la cubierta. Durante todo el viaje hay un guía que nos va contando cosas acerca de lo que vemos. Todo finaliza arribando de nuevo al puerto a eso de las 20:30 hs con una sensación muy agradable y listo para cenar algo y resguardarse en el hotel hasta el próximo día.
Esto es todo por el momento. Creo que fue un día más que movido y una buena comida, seguida de algunas horas de sueño son lo que necesitamos para poder continuar. Así que descansen y nos vemos la próxima para seguir disfrutando del recorrido por esta ciudad increíble.
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