Temas indispensables para una playlist de Rock de acá (1966-1980), Vol. III
Luego de un parate de un mes vuelvo con el tercer post de la playlist de imprescindibles del rock local, agregando cinco nuevas canciones a dicha lista. Entrando en la década del setenta hacen aparición dos bandas de gran importancia para nuestra historia musical, que tienen miembros ilustres, un solista fundamental y otras dos agrupaciones cuya inclusión podría suponer una sorpresa para alguien que no conoce demasiado este período. Además, la mención de algunas bandas pone de manifiesto una tendencia que sería común en esa época, grupos que surgen de las cenizas de otros.
Sin mayores introducciones, los dejo con las canciones, aclarando como siempre que se encuentran ordenadas de manera cronológica.
Confesiones de invierno - Sui Generis, 1973.
El dúo conformado por Nito Mestre y el genial Charly García hace finalmente su aparición, como no podría ser de otra manera. El elegido es el tema que le da nombre al segundo larga duración del grupo, y una de esas canciones de fogón eternas. Su instrumentación es muy sencilla, y tiene dos características que la hacen atípica para esa etapa de la banda, la canta Charly en soledad y pese a ser una canción que una vez que se escucha te queda grabada en la cabeza, no posee estribillo. La letra comienza con una ruptura para luego seguir a nuestro protagonista en su particular manera de sobrellevar el duelo por el fin de la relación, período en el que queda a la deriva y tiene problemas con la policía. García mezcla observaciones coyunturales y generales, con otras muy personales, cosa que haría muchas veces a lo largo de su carrera. Sin lugar a dudas tiene un merecido lugar en esta selección.
Cantata de puentes amarillos, Pescado Rabioso, 1973.
Otra de las grandes bandas de los setenta asoma al fin en el listado, es la segunda agrupación de Luis Alberto Spinetta, quien se rodea de gente como David Lebon, Black Amaya y Carlos Cutaia. Sin embargo, esta suite de nueve minutos de duración forma parte del último LP del grupo, Artaud, que el flaco grabó prácticamente como un disco solista. Rastrear las influencias que lo nutrieron a la hora de componer este tema, cuya poesía es innegable, no es simple, pero hay declaraciones del propio autor que reconoce haberse inspirado en obras de Antonin Artaud, el movimiento surrealista, Van Gogh y el emperador romano Heliogábalo. Musicalmente es una canción que se apoya principalmente en la guitarra acústica (aunque se electrifica hacia el final) y en la voz de Spinetta, y tiene varias partes que se van conectando por pasajes en los que el flaco tararea. La letra es bastante críptica, pero nos regala frases que definen muy bien a su compositor y su mirada de la vida, como por ejemplo "Aunque me fuercen yo nunca voy a decir/que todo tiempo por pasado fue mejor/mañana es mejor".
Hombres de hierro, León Gieco, 1973.
Forma parte del debut del solista santafesino (producido por Gustavo Santaolalla) y aporta algo novedoso a nuestra escena local con una clara influencia de Bob Dylan, aires folk, instrumentación acústica y una importante participación de la armónica. Sería algo así como nuestro Blowin' in the wind. La letra es de protesta con un fuerte mensaje anti represivo ("gente que avanza se puede matar/pero los pensamientos quedaran"), haciendo hincapié en la falta de libertad de expresión que se vivía en la época, pero también deja una nota de optimismo al referirse a la gente joven ("sos la esperanza y la voz que vendrá/a florecer en la nueva tierra"), y fue compuesta en tiempos de dictadura previo a la vuelta de Perón en el '73. Se trata de una canción emblemática de León, embebida en el espíritu de la época que tiene méritos más que suficientes para formar parte de esta selección.
El mandato, El Reloj, 1973.
Puede que a muchos les parezca una elección sorpresiva, pero la banda de Willy Gardi, Osvaldo Zabala, Eduardo Frezza, Luis Valenti y Juan Espósito fue pionera en el hard rock y metal argentino, con Deep Purple entre sus principales influencias. El tema que nos ocupa fue lanzado como lado A en el primer sencillo del grupo (con Vuelve el día a reinar como lado B), y luego incluido en su primer larga duración El Reloj (1975). La letra es muy escueta y habla de un viaje en el que el protagonista perdió su honor y ahora solo se quiere matar. Lo más destacable de esta canción de tres minutos es su instrumentación en la que las guitarras y el teclado toman el protagonismo, cada uno con su solo, y que conforma una pieza de hard rock a la Ritchie Blackmore (salvando las distancias) que era muy atípica para esos años.
Cosas rústicas - Color Humano, 1974.
Color Humano es una de las tres bandas que nacieron luego de la separación de Almendra en 1970. Su guitarrista Edelmiro Molinari se juntó con Rinaldo Rafanelli y Oscar Moro para dar vida al conjunto. Durante sus casi siete minutos de longitud, la canción, que forma parte del tercer LP de la banda, nos lleva a través de una introducción en la que la guitarra es la protagonista y nos va metiendo en clima, para luego dar paso a la breve letra que se ocupa de destacar la vida en la naturaleza, "cosas rústicas, cosas rústicas/hacen al tiempo por mi" canta Edelmiro con un ritmo apacible. El solo es breve pero intenso, y una muestra de que se está ante uno de los guitarristas más importantes de nuestro país.
Y así llegamos al final de una nueva entrega de esta playlist que se acerca definitivamente a su final. El mes que viene postearé la cuarta y última parte de este listado que alcanzará las veinte canciones, una cantidad lo suficientemente respetable como para pasar un buen rato musical. Nos leemos la próxima en Expreso a Neptuno.
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