Dicen que las personas extrañan lo que no tienen. A veces nos alcanza con volver a sentirlo, con su recuerdo, con una idea, un momento. Para esos que disfrutan de estos instantes comparto lo siguiente.

I)

Me entristece la caída
Del sol cuando termina el día
Todavía sentado en el sillón
Pintado de verde con los caños finos y enroscados
Es el único momento
En que me dan ganas de fumar
Un cigarrillo de esos pesados
Los que empiezan con P
Me entristece la cadencia
De las hojas verdes
En el árbol que observo
Aun con sus raíces jóvenes y ramas delgadas
Verte atravesar el umbral
Entre la columna y la pared
Tropezando con ese pequeño desnivel
Haciendo tuya la galería
Me entristece la luz
Amarilla que emite el farol
Cuando ya todo está oscuro
Y el aro rojo se consumió
Así como el día y las horas
Como las velas cuando no hay luz
Lo habitual en esta época
Con la pierna pegada al almohadón
Me entristece el sonido de tu voz
Preguntándome qué deseo
El contacto de tu mano
Con mi espalda desnuda
Sentir las sábanas
No tolerar el contacto con los pies
El tironeo de un instante
La inconsciencia del siguiente

II)

Entre el silencio encajonado
apareció de frente y sin aviso
como ese primer frío
como la primer hoja que cae en otoño
Ha pasado mucho hasta el olvido
resuena en mi cabeza
algún sonido emitido por tu boca
el contacto de tus labios y los míos
Me sobreviene el sabor amargo
un café caliente
quema la garganta de un chico
en una tarde de verano
No pierdo los recuerdos
del día calor húmedo
tal vez si de como mirabas
también de lo que decías
¿Qué tan genuino sería?
siento el arrebato emocional
un retazo de la memoria
el deseo que se falso
Quisiera revolucionar un instante
provocando tu sensibilidad
mostrándote la mía
liberando el capricho de tenerte