Dios Ha Muerto Parte V: El Sonido de una Década
Después de pasar tres años
en Berlín experimentando, Bowie decidió mudarse a New York para trabajar en su
próximo disco. Al hablar de la carrera del músico, siempre se suele destacar la
capital germana como una influencia vital, pero se deja de lado el papel
fundamental que New York tendría en ésta nueva etapa. El propio Robert Fripp,
que una vez más volvería a hacerse cargo de las guitarras, diría años después
que la ciudad hizo que Bowie se tomara más en serio a sí mismo y a su música. Y
la realidad es que si se lo tomó mucho más en serio. Después del caótico
experimento de Lodger, Bowie se sentó con Visconti y le dijo que iba a cambiar de dirección:
su plan era evolucionar, experimentar, pero cuidando hasta el más mínimo detalle
de la composición musical y lírica. Ya no más inventar letras a último momento,
ni sumar instrumentos y ruidos para ver donde los llevaba la canción, como
habían estado haciendo en los últimos tres discos. Sus canciones iban a ser un
todo armado y pensado desde el comienzo.
Una vez más, para el
proyecto incorporó músicos de primer nivel cómo el ya mencionado Robert Fripp,
Roy Bittan (pianista de la E Street Band) e incluso Pete Townshend de The
Who. Pero, tal vez una de las incorporaciones que más
marcaría el nuevo sonido fue Chuck Hammer, que grabaría las partes de guitarras
procesadas a través de un sintetizador, trayendo a la mesa una nueva gama de
sonidos.
En Agosto de 1980 el mundo
tuvo la primer probada de la nueva dirección que había tomado Bowie con su
música. Parado un poco sobre lo que había hecho en Berlín, pero reformulado en
una dirección musical y unas letras mucho más directas, el primer single delineó lo que
sería el sonido de los ‘80s para todo el mundo a solo nueve meses de empezada
la década. Ashes to Ashes fue su intento de fusionar lo complejo con lo radiable (por no decir viable comercialmente hablando).
Y lo logró con creces. La canción no solo fue número 1 en varios países, sino
que además generó un enorme impacto en músicos y críticos de todas las
latitudes, que entendieron enseguida que estaban escuchando el sonido del
futuro.
Lo que probablemente más se
recuerda de esta canción es su letra autorreferencial, que vuelve sobre el
famoso “Major Tom” de Space Oddity, para
encontrarlo trasmitiendo mensajes a otro personaje - The Action Man- y
re-imaginarlo como un drogadicto. Lo segundo que más se recuerda fue uno de los
golpes maestros que ayudaron a que la canción alcance el éxito: su videoclip.
Con un Bowie disfrazado de Pierrot -otra auto-referencia, esta vez a su pasado
de mimo- y una colección de personajes extraños moviéndose por un paisaje
costero, el video fue en su momento el más caro jamás hecho y caería como
anillo en el dedo de la cadena próxima a lanzarse MTV, que se cansaría de
pasarlo durante 1981.
Al mes siguiente, saldría
el larga duración Scary Monsters... And Super Creeps. Tal vez el disco más enérgico de Bowie en años,
arranca con la demoledora It’s No Game (Part 1) con la voz de la actriz Michi Hirota hablando en japonés y Bowie
cantando a todo pulmón. Sin embargo, lo que más se destaca es la guitarra de
Fripp que no para de meter arreglos ni un segundo (de hecho se puede escuchar
en el final a Bowie gritando que se calle). Esto fue la respuesta al pedido del
cantante, que le había dicho a Fripp que tenía que sonar como si tuviera que
ganarle un duelo de guitarras a B.B. King siendo más B.B. King todavía que el
propio blusero. La guitarra de Fripp destaca también en la propia Scary Monsters (and Super Creeps) y en Teenage Wildlife, una canción que criticaba a los músicos new wave por su falta de
originalidad. Pete
Townshend, mientras tanto, le daría su estilo característico a las guitarras de Because You’re Young.
Otro de los grandes hits
del disco fue Fashion. Lanzado como simple el mismo día que el disco, la canción fue grabada
en el último minuto, porque hasta ese momento Bowie no había encontrado una
letra que lo convenciese. La canción, que por su estribillo puede parecer más
inocente, traza una analogía entre la moda y el fascismo, dos cosas que habían
tocado al músico de cerca en años pasados.
Scary
Monsters... fue un éxito comercial y unánimemente aclamado por
todo el universo musical. Muchos críticos sostienen al día de hoy que este fue
el último gran disco de David Bowie contra el que se siguieron comparando todos
sus trabajos posteriores. De hecho, es común leer en críticas de discos siguientes referencias como “su mejor disco desde Scary
Monsters...”. Así cómo Ziggy
Stardust lo había puesto a la cabeza de la moda Glam casi diez años antes, éste nuevo disco lo convertiría en abanderado de los
llamados New Romantics, estilo del que destacarían más tarde
artistas cómo Duran Duran y Culture Club.
Con el disco en el mercado,
Bowie paso el resto de 1980 en Broadway, como protagonista principal en la
producción del musical Elephant Man, recibiendo también buenas críticas y ganándose la atención de varios
directores de cine.
Is There Life After Marriage? fue una de las canciones que quedó fuera de Scary Monsters El titulo era una clara referencia a su divorcio de Angela, que se había hecho efectivo a comienzos de 1980 |
En 1981 fue invitado por
Freddie Mercury para grabar parte de los coros de Cool Cat, una canción que el cantante de Queen había
compuesto para lo que sería el próximo disco de su banda. Bowie aceptó y fue al
estudio del grupo en Montreux, pero no solo grabó los coros, sino que se se
quedó a improvisar un poco, mientras la banda trataba darle forma a Feels Like, una
canción que había escrito el baterista Roger Taylor. Con Bowie en el equipo,
comenzaron a cambiar cosas drásticamente y mientras Freddie trabajaba la
melodía de voz, Bowie se puso a escribir una nueva letra.
Fue allí cuando John Deacon
comenzó a jugar con un riff muy sencillo de bajo, de apenas dos notas, que a
todos les pareció que podía funcionar. El problema fue que, después de parar un
para comer, Deacon se olvidó la línea de bajo. De lo que pasó después hay muchas
versiones diferentes. Según Roger Taylor, él recordó el riff que había escrito
el bajista y de allí siguieron; según Brian May, fue Bowie quién recordó el
riff, pero no exactamente como lo había escrito Deacon, sino que le quitó una
nota, dándole la forma que todos conocemos. Según John Deacon el riff fue
escrito por David Bowie; y según Bowie él no tuvo nada que ver, porque el riff
ya estaba escrito cuando se unió a la improvisación. Pero más allá de las
polémicas -y la mala memoria de los músicos ingleses- lo importante es que el arreglo de bajo volvió y la canción se terminó de construir. El resultado final
es probablemente una de los duetos más increíbles de la historia del rock, mire
por donde se lo mire.
Under Pressure fue número 1 en Inglaterra y es hasta hoy una
reflexión vigente sobre los malestares de la sociedad moderna y, por qué no, un
gran himno al amor. La canción ayudó a acrecentar el resurgimiento pop de Bowie
y marcó un punto alto - tal vez el único-
en el disco Hot Space de Queen, que entraba en la nueva década con un tropezón del que
tardaría cinco años en recuperarse del todo.
Si seguís buscando los coros en Cool Cat, olvidate. Después de escuchcar la versión terminada Bowie pidió a Brian May que lo saqué, porque no estaba conforme con su performance. |
Durante 1982 Bowie
complementaria sus giras con la grabación de dos películas, que verían la luz
al año siguiente con poco tiempo de diferencia. La primera sería The Hunger, conocida
también como El Ansia. La película dirigida por Tony Scott -el hermano de Ridley- cuenta una
especie de triángulo amoroso entre una vampiresa con miles de años de edad
(Catherine Deneuve), su amante (un vampiro moribundo interpretado por Bowie) y
una mujer humana que es seducida por la vampiresa (Susan Sarandon). En ella
Bowie protagoniza junto a una niña de 10 años lo que probablemente sea la
escena más tensa del film.
La segunda película fue Merry Christmas, Mr. Lawrence, dirigida por el nipón Nagisa Oshima. La película gira en torno unos
prisioneros de la Segunda Guerra Mundial en un campo militar y a los soldados que lo dirigen. Hasta el día de hoy es considerada una de las
actuaciones más sinceras de Bowie y basta ver la escena en que su personaje le
da un beso a un oficial japonés para evitar una ejecución para entender por
qué.
Ese año el músico decidiría
tomarse unas vacaciones tranquilas, algo raro para un adicto al trabajo como
él. Por su puesto, a los pocos días ya se había aburrido, así que pasó gran
parte del tiempo escuchando discos de tipos como James Brown, Buddy Guy y
Albert King. Después de un tiempo empezó a pensar por qué estaba escuchando
esos discos. La conclusión fue sencilla, los escuchaba porque eran discos
alegres, divertidos, optimistas y ese era el sonido que quería emular en su
próximo disco.
Pero no solo quería hacer
algo divertido, sino que Bowie estaba decidido a sacar un disco con éxitos. Para
eso fue a buscar al Nile Rodgers, el guitarrista y miembro de la banda disco Chic. Según contó Rodgers
después, lo primero que hizo Bowie fue darle una foto de Littlel Richard en un
traje rojo manejando un Cadillac rojo y le explicó que ese era el sonido que
quería para su disco. Lo segundo que dijo fue que quería hits. Y Rodgers lo
entendió. Por eso, cuando Bowie le mostró el primer demo de la canción Let’s Dance, en una
versión acústica con un sonido muy folk, Rodgers no dudó en destrozársela,
diciendo que si iba a escribir una canción llama “bailemos” tenía que ser algo
que den ganas de bailar y no eso que acababa de oír. Y de esa forma quedó establecido casi
inmediatamente el sistema de trabajo que tendría el disco:
Bowie traería las canciones y se sentirían a cambiarlas con su nuevo
productor.
El inconveniente fue que
tan enfrascado estaba en su nuevo proyecto, que olvidó que ya tenía a Tony
Visconti comprometido y con su agenda reservada para trabajar en Let’s Dance.
Finalmente, Visconti se enteró por la
asistente del músico que Bowie estaba grabando con otro productor desde hacía
varios días. Después de éste desencuentro Visconti y Bowie no volvieron a
trabajar juntos por casi 20 años.
El otro colaborador
habitual que se quedaría fuera del disco seria Carlos Alomar, que fue avisado
del inicio de las sesiones con poco tiempo de anticipación y ya tenía su agenda
ocupada. Decidieron entonces que Rodgers se haría cargo de las guitarras
rítmicas, pero seguían necesitando a alguien que se hiciese cargo de los solos.
Para eso Bowie rastreó a un joven guitarrista que había visto en el festival de
jazz de Montreux el año anterior. Era un chico texano de 28 años llamado Stevie Ray Vaughan.
Cuando incorporaron la
pieza faltante, entraron al estudio. A pesar de que el proceso de readaptar las
canciones en un comienzo podía parecer difícil, la realidad es que en 17 días
el disco estaba terminado. Un mes antes de su salida se editó como simple la
canción que le daba título, una vez más con su correspondiente videoclip, que
fue un éxito en MTV. Esto ayudó a preparar el camino para el larga duración,
que saldría en Abril de 1983. La apertura del disco quedaría a cargo de otro de
los hits, Modern Love, una canción que según Bowie se inspiró en Little Richard, aunque sus
dichos sobre Dios y la iglesia probablemente no le deben haber caído muy bien a
la híper-religiosa estrella de rock. Otro de los éxitos fue su propia versión
de China Girl, la canción que habían escrito junto a Iggy Pop y que éste ya había registrado en The Idiot. Una vez más el formato videoclip tuvo un peso enorme, no solo a la hora
de promocionar la canción, sino también para convertir a Bowie en un “artista
de video” cada vez más destacado.
En la segunda cara, tal vez
esté la única canción que traza un punto de contacto con el sonido más rockero de
Scary Monsters... Cat People (Putting Out Fire) había sido compuesta por Bowie un año antes para la película Cat People, una
remake del clásico de terror de la década del ‘40. A pesar de que ya había sido
editada como simple, Bowie insistió en incluirla en su nuevo álbum.
Con Let’s Dance Bowie
abandonó del todo las reminiscencias de Berlín y volvió a centrarse en el estilo más
funk y disco de sus épocas de Young Americans, pero con un sonido actualizado a la nueva década y mucho más bailable.
El resultado fue un éxito monumental que con casi 11 millones de copias se
convertiría en el disco más vendido de su carrera. La gira de presentación, Serious Moonlight Tour, fue
también un éxito absoluto y consolidó su nuevo status de estrella pop de
estadios.
A pesar de su insistencia
con la idea de “hacer hits”, Bowie diría más tarde que ni él se esperaba que el disco tuviese tanto
éxito. Al igual que le había pasado una década atrás con Ziggy Stardust, volvía a
estar en la cima, solo que esta era una cima mucho más alta de lo que se podría
haber imaginado. Y fue entonces cuando hizo algo que nunca antes había hecho en
su carrera: intentó quedarse donde estaba.
Pero pronto descubriría que no cambiar es mucho más difícil y riesgoso de lo que parece.
Pero pronto descubriría que no cambiar es mucho más difícil y riesgoso de lo que parece.
FIRMA: Alcalde Goldie Wilson
(Voy a limpiar esta ciudad!)
(Voy a limpiar esta ciudad!)
1 comentarios
grosoooooooooooooooo!!!!!
ResponderBorrar-bowie esta vivo!
- en tu imaginación...
-no! lo vi en la calle
- una calle de tu imaginación.