La grieta pop
Aviso: esta nota tiene spoilers
No estaba seguro de escribir esta reseña. No porque se trate de un tema importante, sino por todo el revuelo y debate encarnizado que generó esta película, llegando a niveles de violencia verbal pocas veces vista en el séptimo arte. Ahora, pasado ya un mes y medio de su estreno, las aguas se calmaron, y se puede reflexionar sobre el tema de manera más serena.
Es lógico que en el mundo en el que vivimos, un film de la magnitud de Batman v Superman: Dawn of Justice (2016), con los valores de producción que maneja (con un presupuesto de u$s 250.000.000), y el amplio fandom que congregan dos (tres si contamos a Wonder Woman) de los más reconocibles íconos pop del mundo, genere una expectativa importante, a veces desmedida. Desde hace casi dos años, las redes sociales se vieron inundadas con rumores, fotos, información, diversas teorías, etc., sobre la peli que se venía, que contribuyeron a generar un hype exacerbado, mitigando las posibilidades del film de estar a la altura de dicho hype. Baste como ejemplo las numerosas reacciones adversas que se generaron al trascender la elección de Ben Affleck como Batman o de la modelo israelí Gal Gadot como la Mujer Maravilla.
En nuestro país, la película dirigida por el polémico Zack Snyder, fue estrenada el jueves 24 de marzo, y se trata de la secuela directa del film de 2013 Man of Steel. De hecho comienza mostrándonos las acciones de Bruce Wayne en Metrópolis durante la pelea de Superman con el General Zod (batalla final de la peli anterior). En este punto creo que fue inteligente valerse de una de las críticas argumentales realizadas a El Hombre de Acero, para cimentar el encono del Hombre Murciélago, que ve de primera mano cómo este ser súper poderoso de otro planeta destroza casi sin esfuerzo una ciudad, sin prestarle demasiada atención a las potenciales víctimas humanas. A partir de ahí el film nos lleva por un camino de 151 minutos, en el cual tenemos un Superman (nuevamente interpretado por Henry Cavill) en el foco de la discusión, alguien que quiere ser héroe, pero que siente el peso de lo que eso implica, y que divide aguas entre la opinión pública, y un Batman bastante pasado de rosca, que no teme matar, ni recurrir a la violencia más extrema para lograr sus objetivos, en este caso, terminar con el Hombre de Acero. En el medio, y como villano de turno aparece Lex Luthor (Jesse Eisenberg), a quien tampoco le cae bien el kryptoniano, y hará lo posible para ponerlo en jaque, creando a otro de los villanos de la obra, Doomsday. El cast lo completan Jeremy Irons interpretando a un cínico Alfred, y repiten papel Amy Adams (Lois Lane), Diane Lane (Martha Kent) y Lawrence Fishbourne (Perry White), entre otros.
Desde el punto de vista formal, el film adolece de muchísimos defectos, por lo cual puedo entender perfectamente por qué la crítica fue tan dura a la hora de reseñarla. Por otro lado, tiene un contenido tan emocionante para el fan, que también puedo comprender que haya gente que la amó. Mi idea es destacar algunos puntos que me gustaron y otros que me hicieron un poco de ruido.
La historia en si tiene demasiados puntos oscuros, huecos y ridiculeces, pero nos regala un sinnúmero de grandes escenas. Por momentos parece que a eso apunta Snyder, a lograr plasmar grandes acciones aisladas, sin importar demasiado lo que transcurre entre ellas. Esto redunda en un film bastante forzado, en el que la acción no fluye, sino que se compone de todas escenas demasiado cortadas. Sin embargo, esto no desmerece el hecho de tener la mejor representación de la muerte de los Wayne (aunque se le puede cuestionar la necesidad de contarla nuevamente, tiene un rol importante en la historia), grandes momentos de pelea de Batman, su enfrentamiento con Superman, una pelea final impactante, entre otros.
Las actuaciones presentan claroscuros. Por un lado tenemos a la mejor representación de Batman y Bruce Wayne a cargo de Affleck, que logró cerrar bastantes bocas, y una más que correcta labor de Gadot como la Guerrera Amazona, pero por el otro la inexpresividad total de Cavill, varias patinadas a cargo de Eisenberg, al que parece quedarle un poco incomodo su personaje, y un Jeremy Irons por momentos desganado.
Algo en lo que el film falla es en la construcción de los personajes. Es difícil encariñarse con ellos, sentirse identificado, generar un lazo. Esto es más evidente en el caso de Superman, dado que es la segunda peli en la que lo vemos. Hay algunos que son bastante molestos, como el caso de Lois Lane, que responde al gastado cliché de damisela en apuros, y que solo parece estar para complicar al bueno de Sups; otros que toman decisiones incomprensibles, como Luthor, cuyo plan nunca termina de cerrar del todo (y que además parece padecer serios desordenes mentales), o el propio Batman que por una coincidencia afortunada cambia de opinión con respecto a la amenaza alienígena en solo un segundo (el Martha Gate, quizá uno de los puntos más ridículos de la trama); y otros cuya participación es casi inocua, como el caso de Wonder Woman que no altera para nada el devenir del film. Sin embargo, se podría argumentar que se prefirió favorecer la acción por sobre el armado de los personajes, aprovechando que se trata de figuras muy conocidas por el gran público.
Un aspecto que no puede ser soslayado, es la oscuridad y solemnidad que se respira en toda la obra, así como también la ausencia de humor. Es común ver escenas de noche y con lluvia. Esto lo separa de Marvel, cuyo estilo es mucho más colorido y fresco. Claro que esta característica no es ni buena ni mala per se, y dependerá de los gustos del espectador. En mi caso creo que tanto la grandilocuencia como las características antes mencionadas suman en este tipo de pelis, aunque si esto no te gusta puede hacer que la cinta sea difícil de digerir. Eso sí, Snyder por favor aflojá con la cámara lenta.
A diferencia de su competidora directa, Marvel, que tiene todo el circo cinematográfico armado, y que no para de dar cátedra con su Marvel Cinematic Universe, DC tiene todo por construir, y este es el film que eligieron como punto de partida para cimentar su nuevo universo cinematográfico. Es por eso que acá hay varios cameos (aparecen tanto Flash, como Aquaman y Cyborg), que son bastante lamentables, y muchos easter eggs, esos datos que hacen referencia a cosas que se van a venir pero que solo el ojo entrenado (y conocedor de los comics) puede detectar. Incluso hay escenas completas, como la del desierto, que parecen haberse realizado en ese sentido, y que pueden llegar a confundir al espectador que no tenga información comiquera, pero que seguramente sea explicado en alguna de las películas venideras, algo no tan distinto a lo que suele hacer Marvel.
En definitiva, se trata de un film con numerosas fallas formales, pero que cumple sobradamente su función de entretener. Quizá fue criticado por demás, pero fue bien recibido por el gran público, dado que alcanzó varios records de recaudación. Y si bien puede ser que no haya alcanzado el objetivo deseado, ya que se suponía que era una peli que redefiniría el género, vale destacar que es jugada en varios aspectos: incorporó muchos elementos pensando exclusivamente en el público amante de los comics, homenajeó a momentos importantes de la historia del noveno arte, se cargó a una de sus principales figuras, y por sobre todo, buscó un camino distinto al exitoso modelo marvelita. Una buena puerta de entrada a un universo que promete, pero tiene mucho por mejorar.
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