La filmografía de mi vida Vol. V: Toy Story
Con este post voy a intentar dar un cierre a este pequeño recorrido. La iniciativa había surgido de la necesidad que tenemos las personas, en ocasiones, de mirar para atrás. Volver a disfrutar cine es algo que me gusta mucho, experimentar sensaciones conocidas y otro tanto de nuevas. Como ya dije en su momento, hay muchas películas que envejecen bien con los espectadores. Y el objetivo de esta sección era hablar un poco de las mías.
Estuve dándole vueltas al asunto y, considerando que la filmografía de nuestra vida podría ser infinita, me decidí por cerrar con una estrella. Se trata, nada más y nada menos, que de esa película que hasta el día de hoy nos emociona, remueve lo más lindo que tiene la infancia y nos hace dar cuenta que a pesar de ser adultos siempre vamos a tener algo de chicos. Claro que estoy hablando de la fantástica Toy Story, aquella primera apuesta que supo hacer Pixar a mediaddos de la década del noventa.
La historia (como si alguien no lo supiera) va de un grupo de juguetes que tiene vida, pensamientos, sentimientos. Todo empieza durante el cumpleaños de Andy, el dueño de los juguetes, cuando Woody encabeza un operativo para estudiar los nuevos juguetes que llegarán en forma de regalo. Woody es un vaquero, que habla a cuerda, y es el favorito de Andy. Sin embargo, tenemos un primer conflicto con la llegada del gran Buzz Light Year, un comandante espacial que revoluciona la vida del grupo. Buzz tiene algunos problemas para comprender el concepto de que es un juguete. A su vez, Woody se pone celoso al sentirse desplazado de su lugar de favorito. Esto desencadena que ambos juguetes se pierdan, empezando la aventura que da forma a la narración. Woody y Buzz aprenden a llevarse bien y a trabajar en equipo para escapar del malvado Sid, un niño vecino de Andy, que tiene como diversión maltratar juguetes. Claro que tenemos un desenlace feliz con ambos volviendo a casa de Andy y con toda una comunidad de juguetes unida.
Ahí lo tenes al muy sorete |
Entre los puntos destacables de la producción está el hecho de haber sido la primera película de Pixar, el inicio de la animación en el cine. Es increíble que sólo para el personaje de Woody, hayan sido necesarios más de 700 controles de movimiento. Hubo trabajos de más de una semana para lograr la coordinación entre las voces de los actores y el movimiento de las animaciones. El director fue John Lasseter y el estreno fue en el año 1995. Nuestros protagonistas contaron con las voces de dos grandes del cine hollywoodense. En el caso del vaquero, el trabajo estuvo a cargo del gran y, ya nombrado en esta sección, Tom Hanks. En el caso de Buzz, el encargo fue para Tim Allen. Claro que para nosotros (los hispano parlantes) esto no tiene ningún significado ya que crecimos con la versión en español latino y la fantástica melodía de Yo soy tu amigo fiel.
¿Quedate con quien te mire como Andy a Woody sería la frase? |
En el año 1999 y en el 2010 salieron las continuaciones de la saga. Y a modo de resumen, si bien cada una tiene su trama y genera emotividad a su manera, podemos compartir que la fórmula no cambia. En todos los casos la estructura es la misma, por algún motivo un grupo de juguetes se pierde e intentan volver a su lugar, o algunos otros miembros del grupo va en su ayuda para que vuelvan al hogar. Con esto no quiero sonar como que estoy cuestionando a Toy Story, lo que implicaría una de las ofensas más grandes hacia la sociedad contemporánea. Más bien todo lo contrario, es increíble como tres películas que son prácticamente iguales funcionan tan bien.
La primera vez que vi Toy Story debería tener entre 4 y 5 años. No puedo decir que me acuerde, con precisión, del momento en que la vi. No me pasa como con Volver al Futuro, que tengo recuerdos de verla tirado en la cama de mis viejos cuando tenía 6. Pero si no me puedo sacar la sensación de maravilla que me dejó al adentrarme en esa historia por primera vez. Tiene fantasía, emoción y todo lo necesario para que, como Pixar nos iba a mostrar con el tiempo, la podamos disfrutar los chicos y los grandes. Ya para la segunda entrega tenía 7 años y para la tercera 18. Esta última ya nos agarra en otra situación y nos pega donde nos duele. El que diga que no se le hizo un nudo en la garganta en la escena del incinerador es una persona horrible sin corazón. Pero por suerte, una vez más tenemos un desenlace parcialmente felíz. Yo qué sé, si fuera Andy ni en pedo le regalo mis juguetes a la nena. Al menos me hubiera quedado con el mejor personaje de toda la saga, Rex, por supuesto.
No hay nada que agregar |
Con motivo de este post puse Toy Story en Google. Dado que suelo ser un poco colgado, capaz esta no sea información muy fresca. Pero para mi agrado, vi que el año que viene va a salir Toy Story 4. Si tuviera que apostar, diría que va a ser la misma película que ya vimos una y otra vez desde el 95. ¿Y con eso qué? Si, en definitiva, nos regaló momentos felices cada vez.
Así voy cerrando el recorrido por la filmografía de mi vida. Claro que quedaron afuera de esta sinopsis algunas piezas excelentes e infaltables. ¿Por qué no escribí sobre Volver al Futuro, Amos del Universo o Karate Kid? No es algo relevante. Cada uno tiene su filmografía y de vez en cuando vale la pena visitarla. ¿Algunas vez pensaron las suyas? Puede ser una forma interesante de seguir conociéndose.
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