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Tres para pensar

8:47 p.m. Mala Prensa 0 Comentarios Categoría : , , , , ,


Innumerables palabras se han escrito en los últimos años sobre el boom y nueva era dorada de las series que estamos viviendo. Todas las temporadas una gran cantidad de producciones ve la luz, y muchas veces resulta difícil poder seguirlas todas. Ante la gran cantidad de estrenos, que se suman a propuestas que vienen desde años anteriores, el espectador puede sentirse abrumado a la hora de elegir qué show ver a continuación. Además, debe lidiar con otro problema, no siempre la cantidad viene de la mano de la calidad, y en no pocas ocasiones ocurre que empezamos una serie que poco tiempo después es abandonada porque no satisface nuestros gustos/estándares. 

Ante este panorama, y para tratar de evitar el síndrome veotodoloquenetflixmepongaenfrente (detestable, pero cada vez más frecuente), decidirnos por recomendaciones de gente en cuyo criterio confiamos, o cuyos gustos se alinean con los nuestros, puede ser una buena solución. Por otra parte, informarse antes de elegir un show, leer críticas de los primeros episodios, conocer la premisa, son aspectos a tener en cuenta a la hora de elegir. Es con esta intención, la de ayudar a potenciales espectadores, que escribo el post de hoy, en el que voy a recomendar algunas de las series de ciencia ficción que más me han llamado la atención en los últimos años. 


Creada en 2011 por Charlie Brooker, y producida por Zeppotron para Endemol, Black Mirror es uno de los shows ingleses más interesantes de la última década. Se trata de una antología, en la que en cada episodio Brooker explora la relación de la humanidad con la tecnología, siempre situando la acción en un futuro indeterminado, que parece cercano. Pero no hay que confundirse, la tecnología, y sus usos no son el foco de la serie, sino más bien un medio para reflexionar sobre el ser humano y su comportamiento en sociedad, desde una óptica bastante pesimista en la mayoría de los casos. 

Los capítulos, que tienen una duración variable, que puede oscilar entre los 40 y 90 minutos, lo que redunda en un mayor respeto de los tiempos que cada historia necesita para ser desarrollada, no cuentan con elenco estable. Se renueva capítulo a capítulo. Entre los actores más destacados podemos mencionar a Daniel Kaluuya, Hayley Atwell, Jodie Whittaker, Domhnall Gleason, Rafe Spall, Jon Hamm, Bryce Dallas Howard, Kelly Macdonald, Jesse Plemons, y Cristin Milioti, todas caras familiares para un seriefilo. 

Tiene hasta la fecha cuatro temporadas que suman 19 episodios, todos disponibles en Netflix. Las dos primeras, de tres episodios cada una, fueron emitidas por Channel 4, entre diciembre de 2011 y febrero de 2013, sumando posteriormente un especial de navidad en 2014. Sin dudas estos siete capítulos son de lo mejor que ha dado el show, con un inicio impactante, que involucra al Primer Ministro inglés, y varias historias atrapantes, que incluyen realidad virtual, simulaciones, robótica, implantes, y más. Netflix adquirió los derechos para la tercera y cuarta temporada, de 6 entregas cada una, emitidas en 2016 y 2017 respectivamente. En este caso, son bastante más irregulares que las primeras, aunque la lucidez de Brooker sigue diciendo presente en varios momentos. Como novedad presentan algunos momentos optimistas, que son paradójicamente, los puntos más altos de esta etapa. Hay una quinta temporada confirmada, aunque todavía no se ha dado a conocer la fecha de estreno. 

Además de ser un éxito de crítica, fue nominada a muchos premios, y ganó varios Emmy y BAFTA, entre otros. 


Avanzando cronológicamente, nos situamos el dos de octubre de 2016, día en que se estrenó en HBO el primer episodio de Westworld, drama de ciencia ficción basado en el film homónimo de 1973, escrito y dirigido por el novelista Michael Crichton (escritor entre otras de Jurassic Park, Congo y Sphere). Creada por Jonathan Nolan (hermano de Christopher) y su mujer Lisa Joy, cuenta con la producción de J. J. Abrams. La primera temporada, de 10 episodios, se centra en un parque temático, en el que gente de elevado poder adquisitivo paga para vivir una experiencia en el Lejano Oeste americano, que está poblado por robots de forma humanoide (realmente indistinguibles de los propios humanos) y ofrece distintas aventuras en forma de líneas argumentales, así como la posibilidad de recorrerlo libremente. De a poco vamos conociendo a algunos Hosts (tal es el nombre con el que se identifica a los robots) y también al personal jerárquico del Parque. 

La trama, que no es muy sencilla de explicar, tiene tres líneas bien diferenciadas. Por un lado, la experiencia de un empresario llamado William (Jimmi Simpson) que llega a Westworld por primera vez, y poco a poco se va involucrado con Dolores (Evan Rachel Wood), una Host un tanto particular. Por otro lado, llegamos en el momento justo para comenzar a ver algunos desperfectos en ciertos robots, debido a una nueva actualización creada por el enigmático fundador del parque, Robert Ford (el genial Anthony Hopkins), y asistimos al tira y afloja que viven por esta situación el jefe de programación (Jeffrey Wright) y a la jefa de operaciones (Sidse Babett Knudsen). Por último, se presenta la historia del hombre de negro (el gran Ed Harris), un humano que está buscando descubrir el juego detrás del juego, y lo hace de forma brutal y despiadada. Cuenta, adicionalmente, con las participaciones de Thandie Newton, James Marsden y Rodrigo Santoro, en un cast que garantiza actuaciones sólidas y memorables. 

Westworld tiene varias características que lo hacen atractivo. Ofrece una historia atrapante, con suspenso, drama, misterio y algunos giros interesantes que, lejos de ser forzados, están puestos en función de lo que se quiere contar. Siempre parece haber algo que el espectador no sabe, que se le escapa, pero está latente esperando ser descubierto. Como valor agregado, plantea toda una serie de consideraciones éticas y filosóficas acerca de lo que significa estar vivo, de la naturaleza y condición humana y sus miserias, y formula varios interrogantes dignos de analizar. Adicionalmente se las arregla para introducir como elemento meta comentarios sobre el mundo televisivo, implícitos en la construcción de guiones y líneas argumentales para los distintos personajes del parque. 

Nuevamente, la recepción de la crítica ha sido muy buena, y ha cosechado varios premios. La segunda temporada se está emitiendo actualmente los domingos por HBO. Hasta el momento han visto la luz los primeros dos capítulos, y la cadena ya ha comunicado la renovación para una tercera entrega. 


A fines de abril del año pasado, Hulu estrenaba The Handmaid's Tale. Esta distopía, creada por Bruce Miller, está basada en el libro homónimo publicado en 1985 por Margaret Atwood. La primera temporada cuenta con diez episodios, y actualmente se está emitiendo la segunda, de la cual vieron la luz tres capítulos. Ya tiene renovación confirmada para una tercera entrega. 

A partir de un grave problema para concebir hijos, la sociedad norteamericana se ve drásticamente modificada. Donde antes estaba EEUU hoy se erige Gilead, cuyo gobierno es una especie de dictadura religiosa, absolutamente machista. En este contexto, las mujeres están relegadas a distintos papeles de acuerdo a sus posibilidades: si son fértiles, pasan a ser Criadas (Handmaids), suerte de esclavas que deben dar hijos a los hombres poderosos de Gilead; si no son fértiles pueden ser: Esposas de dichos hombres poderosos (figuras totalmente decorativas), Martas, algo similar a las mucamas, Tías, encargadas de entrenar y disciplinar a las Criadas, y Jezebels, prostitutas. La historia gira alrededor de Offred (Elizabeth Moss), la Criada del Comandante Fred Waterford (Joseph Fiennes) y su esposa Serena Joy (Yvonne Strahovski), de la cual no solo vamos a conocer su triste presente, sino que iremos viendo flashes de su pasado, cuando gozaba de una vida normal junto a su marido (O. T. Fagbenle) y su hija, al tiempo que descubriremos los horrores y miserias de este entramado social tan particular. 

El elenco lo completan Max Minghella como Nick, el chofer de los Waterford, que a su vez es un Ojo (un espía encargado de informar al gobierno de cualquier transgresión a las normas que ocurra en la casa), y que de a poco irá desarrollando sentimientos por Offred; Ann Dowd como la Tía Lidia, la principal encargada de las Criadas; y Samira Wiley como Moira, la mejor amiga de Offred. Las actuaciones son excelentes, sobre todo la de Moss, Dowd y Strahovski. El show no abunda en diálogos, dependiendo mucho de los gestos de los protagonistas, que cumplen su rol con creces. Adicionalmente cuenta con una fotografía muy atractiva, una paleta de colores particular (apagada en general, pero siempre resaltando algún color) y una tendencia muy marcada hacia los primeros planos. 

Nuevamente estamos ante un show sumamente interesante, un drama bastante pesado, que sumerge al espectador en una nueva estructura social y pone sobre el tapete un tema de discusión muy actual, el rol de la mujer en la sociedad. No se trata de una serie fácil de ver, no da concesiones, y se ocupa de visibilizar, a través de una analogía que puede resultar un tanto extrema (pero que no deja lugar a dudas), muchas de las problemáticas de género. Sin lugar a dudas una de las propuestas más atractivas de todas las estrenadas en 2017, que además fue un éxito de crítica, y se llevó varios premios Emmy. 

Hasta acá llegamos con el post de hoy. La idea era presentar tres propuestas televisivas con algunas características similares. Todas pueden inscribirse dentro de la ciencia ficción, las tres presentan una visión un tanto pesimista de la naturaleza humana, y por sobre todas las cosas ninguna deja indiferente al espectador, todas lo interpelan y lo dejan pensando al finalizar cada episodio. Esto último, sin lugar a dudas, es lo que caracteriza a los shows de buena calidad.

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