Mi Vieja Mula...
No es ninguna novedad que Los Simpsons vienen de capa caída hace ya
varios años. Atrás quedaron las épocas doradas en las que frases se volvían
clásicos, en las que uno podía comparar situaciones de la vida real con cosas
que pasaban en capítulos o incluso saberse diálogos enteros de memoria y que a
pesar de eso seguían resultando graciosos. Hoy en día siguen apareciendo
capítulos y capítulos que resultan cada vez más irreconocibles. Hasta las
maratónicas repeticiones de Telefé a veces se vuelven insoportables si no
intercalan cada tanto episodios más viejo.
Esto lo sabe todo el mundo y se puede decir en pocas líneas, pero el
entender por qué Los Simpsons dejaron de gustarnos puede ser un tema un poco
más complicado de analizar. A continuación, haremos un intento de comprenderlo
ADVERTENCIA: Como es algo tan
complicado, este post es probablemente el más largo de la historia del blog. Mi
consejo es que sigas si sos realmente fan de la serie, de esos que cazan todas
las referencias al vuelo. Si no te vas a aburrir. Si éste no es tu caso desde
Expreso a Neptuno te pedimos que dejes de leer hoy en lugar de escribirnos
comentarios agresivos mañana.
EL TIEMPO
Obviamente lo primero que hay que tener en cuenta es que Los Simpsons
llevan 27 años en el aire, eso es mucho. De hecho la mayoría de gente que ve
Los Simpons tiene más o menos la misma edad que el programa o menos. Y resulta
claro que nada puede ser brillante y genial durante 27 años, tarde o temprano
las cosas se van desgastando.
Las series en general suelen tener ciclos. Hay algunas que arrancan muy
arriba y después se caen (como Lost o Heroes), otras que arrancan medio abajo y
levantan para nunca más caerse (como Breaking Bad o Seinfield) y otras que
arrancan abajo, tienen un pico de calidad y eventualmente vuelven a bajar (como
House). Son pocas las que son excelentes de principio a fin (Friends podria ser
pero es discutible, Sherlock hasta ahora parecería estar lograndolo).
Si tuvieramos que poner a Los Simpsons en alguna de estas categorías,
diríamos que su ciclo es más bien el tercero. Las primeras tres temporadas (de
1989 a 1992) van aumentando gradualmente su calidad, pero los cuatro años que
van de la cuarta a la séptima (de 1992 a 1996) son los que convirtieron a Los
Simpons en un programa tatuado para siempre en la cultura pop. Cada uno de los
capítulos de esa época son básicamente clásicos y si no me crees fijate cuales
son, estan en wikipedia dale, yo te espero... Viste?. Casi todas las
situaciones y frases que te acordas y repetis hasta el dia de hoy salieron de
esa época. Vale aclarar que ese primer corte tuvo que ver con un cambio real en
el programa, porque es a partir de la cuarta temporada que el foco cambia casi
definitivamente de Bart a Homero.
Esta Campana de Gaus fue sacada de Google y la pusimos para hacer creer que esto es serio. La verdad es que no refleja para nada lo que acabo de explicar del ciclo de vida de las series |
Después de eso empezó un lento descenso, en que la serie seguía siendo
buena, pero iba perdiendo calidad poco a poco. Y digo lento porque duró ocho
años, fue de la octava a la quinceava temporada (de 1996 a 2004). Hasta ese
momento la mayoría de los episodios eran muy buenos, pero cada vez con más
porcentaje de emboles.
Finalmente llegamos a las últimas temporadas, de la número dieciséis a
la número veintisiete. Acá el declive se acentuó bastante, al punto de que los capítulos
que están bien son los menos. La temporada dieciséis también coincidió con otro
acontecimiento que fue un golpe duro para todos los fanáticos de Los Simpsons
en Latinoamérica, por eso creo que no es casualidad que para mí se produzca ahí
el gran bajón de calidad. Esto me lleva al segundo punto
EL DOBLAJE
Todos recordamos el día que le cambiaron la voz a Homero. La voz latina
del personaje más importante de la serie era casi tan icónica como los dibujos
en sí. Y un día de 2004, cuando Fox dio un pre-estreno de lo que iba a ser la
nueva temporada, nos encontramos con que la voz no era la misma.
La historia de por qué se cometió esta atrocidad es conocida. Los
doblajistas de la serie consideraron que después de tanto tiempo merecían más
guita y se plantaron pensando que no podían echarlos a todos. Pero pensaron mal
y el elenco de voces de la serie recibió un masivo voleo en el orto. Hasta ese
punto algunas voces habían cambiado alguna que otra vez, pero en personajes
secundarios como Skinner, Flanders, o El Abuelo, nunca en personajes demasiado
importantes. Ahora le cambiaban las voces a todos, incluyendo la familia
protagónica completa. Con eso se perdieron para siempre los “D’hou” de Homero,
los “Excelente” del Señor Burns, los “Ay Caramba” de Bart, los “Mmmm” de Marge
y los “¿Qué?” aguditos e insoportables de Lisa. Después de diez años, todavía
es imposible acostumbrar el oído a ese cambio.
Momento Hola Sr. Thompson: El "Satisfaction" de Los Simpsons |
Pero este no fue el único problema que tuvo el doblaje de la serie. En
los últimos años perdieron algo más que las voces y fue la capacidad de juego,
ciertas licencias que se tomaban para meter mexicaneadas que aprendimos a
aceptar e incluso a querer. Esas que nos dieron grandes frases como “Dios es
cuate” o “¿Que paso Takataka? antes eras tan chevere”; que dio nombres
inolvidables a personajes como Armando Barreda, Dr. Nick Riviera (o Sables,
depende el capítulo), Elio Pez, Jefe Gorgory (¡el original es Wigum!), Bob
Patiño o Margo Zavala entra tantos otros. O que también tradujo magistralmente
cosas como la banda Los Borbotones, la tienda A Ver Si Ahorra y las mini
canciones cantadas como Homero (“Oh Margo”, “Afeito mis hombros”, “Pon la
cerveza en un coco” y tantas más). Incluso llegaron a ponerle nombre a la “J”
de Homero J. Simpson antes que los guionistas de la serie. Y, en mi humilde
opinión, Jimeno garpa mil veces más que Jay.
Todo eso se perdió cuando las traducciones se hicieron un poco más
duras, más “cuidadas”. Cuando dejaron de castellanizar cada vez más nombres de
personajes y lugares, dejando los originales. Se hicieron cada vez más exactos
y menos divertidos, perdiendo así otro de los elementos que el doblaje aportaba
al programa.
Conscientes de estos problemas, allá por el 2005 Fox Latam tanteó que
pasaba si se sacaban de encima el doblaje y dio la primer temporada de los
Simpsons con subtítulos, sin mucho éxito. Esto fue también en respuesta a la
forma en que llegaban muchas de las series de la competencia, otro de los
grandes problemas con los que tenían que lidiar Los Simpsons.
LA COMPETENCIA
Cuando la serie apareció a fines de los ‘80s era algo único en su
estilo: un dibujo animado para adultos, que reflejaba a través de una típica
familia americana varias de las miserias sociales de Estados Unidos. Lo que
arrancó con alguno estereotipos -la inseguridad, el bullyng en la escuela, la
depresión de un desempleado- fue creciendo rápido. Empezaron a meterse con todo
el mundo sin importarles mucho las consecuencias. Esto incluyó al primer
presidente Bush (con el que Homero llegó a agarrarse a piñas) a los Masones (en
el hermosísimo capítulo de Los Magios) e incluso a la cadena que los transmitía
(los palos a Fox y Fox News son constantes en el programa). Los Simpsons se
paraban en un lugar contestatario, enrostrándole al establishment Norteamericano
lo peor de su política, su sociedad, su cultura y su economía.
La fórmula funcionaba tan bien que no tardaron en aparecer los primeros
intentos de competencia. El primero fue Family Dog, un programa basado
en un capítulo de la serie Amazing Stories que produjo Steven Spielberg
a fines de los 80s. Curiosamente, el episodio original de 1987 es anterior a
Los Simpons y fue uno de los más exitosos de la serie en su momento, en parte
gracias a que fue escrito y dirigido por Brad Bird (el tipo que después haría
Los Increíbles, Ratatoullie e incluso colaboraría con la familia de Springfield).
Al ver el éxito de Los Simpons en 1990 CBS arregló con Spielberg la producción
de una serie propia para Family Dog, sin involucrar Bird. Por
diversas complicaciones la serie recién salió al aire en 1993, es decir en la
mejor época de los Simpons. Y obviamente la aplastaron. La serie fue cancelada
después de 10 episodios. Desde su esquina Los Simpsons los despidieron
sarcásticamente poniendo Family Dog en una de las lápidas que se ven al
comienzo del Especial de Noche de Brujas IV.
El segundo intento de competencia llegó desde la propia mesa de
escritores, cuando dos de los productores de Los Simpsons crearon en 1994 The
Critic, la serie que seguía las aventuras de Jay Sherman, un crítico de
cine en Hollywood. Este programa tuvo mejor recepción y terminó al cabo de 2
temporadas y 23 capítulos. Después de finalizada tuvo su crossover con Los
Simpons cuando Jay Sherman fue a Springfield para ser jurado en un festival de
cine junto a Homero (La bola en la ingle!!!).
Para 1996 la serie parecía imparable. Seguía todavía en un nivel
alucinante y había eliminado a los primeros intentos de competencia sin
despeinarse. Y así seguiría durante casi toda la década de los 90s, a pesar de
que en esos años aparecerían dos series que al día de hoy son sus más feroces
competidoras.
La primera fue South Park, llegada en 1997. Más cruda, peor
animada y más desagradable, la serie de Trey Parker y Matt Stone iría creciendo
hasta convertirse en un fenómeno global. Pero antes de competir en la misma
liga de Los Simpsons, tuvo que superar muchos prejuicios, en parte por la
calidad deficiente de la animación y en parte por ser considerada por momentos
demasiado frontal y guaranga. Sin embargo el tiempo y un par de pulidas los
iban a hacer fuertes.
También ayudó mucho su método de producción. Un capítulo de Los Simpons
tiene una producción promedio de seis meses. Ahí fue donde la mala animación de
South Park probó ser su fuerte. Con mucho menor nivel de detalle y un equipo de
producción más chico, pueden armar un episodio en pocas semanas, lo que les
permite tratar temas de actualidad cuando todavía están en boga. A esto se
suman unos guiones que logran explicar puntos de vista y criticar cosas
mediante complicadas analogías que gracias a la lógica del programa no
necesitan terminar con el típico happy ending de otras comedias
familiares.
La segunda gran competidora es Family Guy, aparecida en 1999.
Atacada muchas veces por parecer un plagio casi directo de Los Simpsons, la
producción original de Seth MacFarlen duraría solo tres temporadas, antes de
ser cancelada en el año 2003. Parecía que Los Simpsons, en el final de sus años
buenos, había logrado eliminar a un nuevo competidor, aún sin estar en su mejor
forma. Pero el final prematuro convirtió a Family Guy en una serie de
culto. En 2005, cuando fue puesta al aire nuevamente, volvió más creativa, más
bardera y más zarpada que antes a competir con unos Simpsons en franco
descenso.
Banco a muerte este crossover. Si, vengan de a uno! |
Además, para Family Guy su supuesto plagio fue un trampolín para
llegar más alto. Es como si los productores hubieran dicho “acá llegaron Los
Simpsons, así que tenemos que ir de acá para arriba” y es lo que vienen
haciendo desde hace mucho, con una crítica a los políticos y a la sociedad
muchísimo más feroz, metiéndose con temas como la droga sin pedir permiso (o
prescripciones) y sin tratar de dejar ninguna moraleja. Mantuvieron la alta
calidad de animación que tenían los Simpsons, pero llevando los límites de lo
creíble y lo real un poco más allá a la hora de pensar las historias.
Con esas nuevas propuestas estos programas dieron un paso más lejos y
empezaron a darle a los fanáticos de Los Simpsons algo que los propios Simpsons
ya no les estaban dando. La prueba de este cambio quedó demostrado cuando los
propios Simpsons aceptaron hacer un crossover bajo la lógica de Family Guy.
En el episodio la gente de MacFarlen trató con respeto al programa y no esquivó
las referencias al supuesto plagio, que terminó con una pelea a puño limpio
entre Homero y Peter Griffin.
Estas dos series le dieron vuelta el tablero a Los Simpsons. Llevaban
tanto tiempo en la televisión que dejaron de ser antiestablishment y se
volvieron el establishment. Su crítica social sutil quedó un poco anticuada y
edulcorada al lado de las barbaridades que decían sus competidores, que se metían
con absolutamente todos sin importar si eran amigos o no. El programa era ahora
parte del acervo cultura del mundo, es decir que paso a estar del lado de las
cosas que se podían parodiar, copiar, críticar e incluso referenciar. Los
Simpsons se habían quedado en el tiempo.
Curiosamente todo esto pasa frente a un Family Guy y un South
Park que tampoco están en su mejor momento. El agotamiento de los programas
cómicos parece ser una constante. South Park, en uno de sus capítulos
juega con la idea de que Los Simpsons ya hicieron todo lo que se podía llegar a
hacer. Para salir de esto se requiere de guionistas brillantes que se
reinventen constantemente, algo que Los Simpsons supieron tener, pero no
mantener. Esto me lleva al último tema.
LA GENTE
En un show de dura más de un cuarto de siglo es lógico que la gente que
lo hace vaya cambiando. Incluso puede ser beneficioso ya que nuevas personas
traen nuevas ideas. Lo importante -y dificil de lograr- es que los recién
ingresados estén a la altura de los que se van.
Durante la década de los 90s Los Simpsons tenían un dreamteam de
guionistas que participaban y participarían en cosas como The Tonight Show,
Saturday Night Live, ALF, Martillo Hammer, Seinfield, The Office y La
Era del Hielo. Según la metodología, el capítulo era firmado por el
guionista que traía la idea a la mesa, aunque todo el equipo después
participase agregando o sacando escenas y poniendo más chistes. El equipo
trabajaba como un todo que lograba que la idea original llegase más lejos.
El Dream Team de 1992 |
Por desgracia, si bien muchos miembros permanecieron o se fueron y
volvieron, la sinergia que tuvo el programa en esa época no pudo volver a
repetirse. El principal golpe se dio en 2004 -si coincide con la temporada 16 y
con el cambio de voces en el doblaje- cuando el productor y guionista George
Meyer dejó de participar en las sesiones de aprobación y ajuste de guion. Según
muchos de los autores, Meyer fue el creador de varios de los mejores chistes de
Los Simpsons, aunque después el capítulo fuese acreditado a otra persona.
Los nuevos ingresados en la producción del programa tenían una doble
dificultad: por un lado pensar nuevas ideas y por el otro mantener una
continuidad, respetando la lógica de lo que ya se había hecho antes. El
principal problema que tuvieron fue que mientras algunos personajes y
situaciones fueron traídos de nuevo muchas veces con mejores y peores
resultados (Como Bob Patiño, La abuela Simpson fugitiva o los flashbacks a la
historia de Marge y Homero), otros se fueron perdiendo hasta desaparecer (Como
las llamadas de Bart a Moe, las “indiscreciones” del Alcalde Diamante y la
confrontación con los políticos que estuvo con los Bush y con Clinton, pero que
con Obama fue nula). De toda la cartera de cosas que tenían para usar, no
siempre eligieron las mejores.
En un intento por revitalizar el programa hace unos años se invitó a la
mesa de ideas a comediantes importantes como el inglés Ricky Gervais (creador
de The Office y de Invention of Lying) y Seth Rogen (Superbad,
Pinneaple Express, The interview...). Para que ubiquen los capítulos
tendría que contarles media trama de cada uno, lo que prueba que no quedaron
entre los más recordados de la serie
Cuando querés tanto a alguien que terminas haciendo fuerza para verlo lindo... |
En el 2007 para realizar la película muchos de los guionistas que se
habían ido volvieron. Y si bien el film tuvo sus momentos buenos, quedó lejos
del nivel que la serie supo tener en sus mejores épocas. La magia original
parece perdida y por ahora no parecen estar cerca de recuperarla.
Hasta el día de hoy Los Simpsons siguen, aunque honestamente no me animo
a emitir un juicio claro sobre la calidad de los capítulos. De las últimas tres
temporadas si vi más de dos fue casualidad. Por su puesto que deben haber
muchas más causas que llevaron a la serie a desbarrancar, pero eso ya sería
tema para un libro entero.
No va a faltar el que piense que los Simpsons viejos nos gustan más
porque los vemos con cierta nostalgia y con la idea de que todo pasado fue
mejor. El tiempo dirá si los episodios que esta estrenando ahora el programa se
convierten en clásicos dentro de diez años o si incluso las próximas temporadas
logran recuperar el nivel perdido. Yo tengo mis serias dudas.
FIRMA: Alcalde Goldie Wilson
(Batman es un científico...)
1 comentarios
Un detalle que noté es en la personalidad de los protagonistas. Homero pasó de ser un idiota adorable pero honesto y bueno, a un egoísta malo y miserable sin gracia.
ResponderBorrarLisa venía de ser la voz de la razón, pasando a ser la pesada (pero justa) voz de la razón, y terminando como una tipa insoportable y con mil inseguridades que siempre son resueltas por un famoso que pasa "casualmente" por Springfield.
Bart pasó de tener cierto protagonismo y situaciones con moraleja, a un quinto plano sin nada que agregar.
Marge era una super mamá que cada tanto se quebraba y mostraba sus debilidades (como cualquier ser humano), ahora la ponen como una mujer independiente que, irónicamente, sigue haciendo los quehaceres de la casa.