Bienvenidos a la cuarta y última entrega de esta playlist que con ésta alcanzará las veinte canciones. Obviamente que esto no se agota acá y hay un sinnúmero de bandas y temas copados de esta época, pero es tarea del lector descubrirlos. La idea siempre fue presentar estas obras a gente que quizá no las conocía, y tratar de aportar algo nuevo a los ya iniciados. 

En este post encontraremos a bandas de dos viejos conocidos, que atravesaron la historia de nuestro Rock tanto con sus agrupaciones como en su versión solista, grupos interesantes, cuyos miembros tenían ya historia del Rock local, algunos de duración efímera, otros que terminaron estableciéndose en Europa, y la que es para mí la Gran Banda (si, con mayúscula) del Rock argento. 

Sin más preámbulos, los dejo con las cinco canciones elegidas para cerrar este listado. 

Ceremonias para disolver, Aquelarre, 1973. 

Integrada por Héctor Starc en guitarra, Emilio del Güercio en bajo y voz, Hugo González Neira en teclados, y Rodolfo García en batería, Aquelarre es una de las tres agrupaciones que surgió luego del desmembramiento de Almendra. Tras la edición de sus dos primeros LP, Aquelarre, y Candiles, la banda editaría un simple cuyo lado A seria Violencia en el parque, y el tema que nos ocupa lo acompañaría como lado B. Se trata de un SP de gran nivel, dado que cualquiera de las dos canciones podría haber integrado esta selección. Inicia con protagonismo del teclado, para luego ceder espacio a la guitarra, y a la voz de Del Güercio que entona una melodía irresistible y una letra un tanto críptica, que arranca como si estuviese ya empezada: "Desde la mesa manda traer café, también/las ceremonias para disolver mi voz/prácticamente vuelvo así,/casi palpitando el espacio que me dan". Un gran tema condensado en poco menos de tres minutos y medio. 

Elementales leches, Invisible, 1973. 

Esta es la tercera banda formada por el flaco Spinetta, la segunda en la que le "roba" la sección rítmica, compuesta por Pomo Lorenzo en batería y Machi Rufino en bajo, a Pappo. Elementales leches fue el lado B del single debut del grupo, cuyo lado A fue Estado de coma. Es una de las canciones que más me gustan del flaco, y eso que tiene muchos grandes temas. Luego de una brevísima intro instrumental, irrumpe la voz de Spinetta, con una melodía bastante accesible para lo que luego sería el estilo del grupo, pero que ya dejaba entrever lo que depararía el futuro, con una letra bien spinetteana, de tintes existencialistas, cuyo centro parece ser la frase "lo que está y no se usa nos fulminara...", y que tiene dos partes bien diferenciadas, una en el medio de la otra. La obra fue prohibida por la dictadura, ya que asociaba la palabra leches con el semen y consideraba que promovía el desenfreno sexual. 

Por probar el vino y el agua salada, La Máquina de Hacer Pájaros, 1976. 

Cuando Charly decidió disolver Sui Generis pegó un volantazo que puede resultar sorpresivo, pero que no deja de ser lógico si se analiza la evolución del grupo y el contexto de la época, armó junto a Gustavo Bazterrica en guitarra, José Luis Fernández en bajo, Oscar Moro en batería y Carlos Cutaia en teclados, una banda de rock progresivo. La canción forma parte de su primer LP, y todavía conserva vestigios de lo que fue su banda anterior con ese inicio acústico con la guitarra, al que rápidamente se le suma el teclado y la voz de García entonando una hermosa melodía. Sobre el final de la primera parte se nota que las intenciones de la banda van más allá que la simpleza del folk, y el tema, en sus tres minutos y medio, pasa por diferentes climas. La letra nos presenta dos personajes, Julia y el Rey, que quieren romper con los moldes y se ocupan de probar los placeres y dolores que la vida tiene para ofrecer. 

Sueltate Rock and Roll, Polifemo, 1976. 

El trío integrado por David Lebón (voz y guitarra), Rinaldo Rafanelli (bajo) y Juan Rodríguez (batería) tenían un sonido de rock compacto. El tema se editó como simple con el gran "Oye Dios que me has dado" como lado B, y fue lo que hizo que el grupo pasase de ser telonero de Sui Generis a ser reconocido a nivel nacional. Las claves de su éxito, y que le garantizan un lugar en esta selección, tienen que ver con poseer un riff característico, a cargo de Lebón, una sólida base rítmica, un buen solo de guitarra, y todo esto en la forma de uno de esos rocks básicos y muy gancheros que tanto se agradecen y que, contrario a lo que pueda parecer, significaban una corriente de aire fresco en ese momento. Un verdadero rock and roll para dejarse llevar y disfrutar. 

Canción de Alicia en el país, Serú Girán, 1980. 

El tema forma parte de Bicicleta, el tercer larga duración de Serú Girán, una de las mejores bandas de nuestro rock y un favorito personal, integrado por los capos de Charly García, David Lebón, Oscar Moro y Pedro Aznar, casi todos (la excepción es este último) caras conocidas en esta lista. La letra hace referencia al momento complicado que vivía Argentina en esa época, el país atravesaba su última dictadura militar, y Charly disfrazaba sus críticas con metáforas que tienen al clásico de Lewis Carroll, Alicia en el país de las maravillas, como referencia. "No cuentes lo que viste en los jardines, el sueño acabó/Ya no hay morsas ni tortugas" canta García, en clara alusión a nuestra historia. Desde lo musical el tema está impulsado primordialmente por la guitarra de Lebón, aunque tiene pocos pasajes instrumentales para una canción de Serú. 

Así cierra esta playlist que, durante cuatro entregas, se propuso recorrer muy brevemente la historia de la primera década y media del rock de acá. Le propongo al lector que se interne en la búsqueda de más bandas, más canciones, y se sumerja en la riqueza que tiene nuestro rock. Nos leemos la próxima en Expreso a Neptuno.