Todos los que nacimos a fines de los 80s recordamos la serie Dinosaurios de Disney.

El show, emitido entre 1991 y 1994, tuvo cuatro temporadas, muchas de las cuales -en Argentina- se dieron los sábados a la tarde, como parte de “El Mágico Mundo de Disney” en su época final (ya sin Leonardo Greco).

Cualquiera que piensa en el programa, probablemente se acuerde de la imagen icónica del Bebé, subido a hombros del padre y pegándole con una sartén al grito de “no la mamá”. Pero, lo que muchos tal vez no saben es que la divertida serie para chicos tuvo un final cruel y trauma-infancias.

En una nueva entrega de Por qué terminó tan mal, te lo contamos.



LO QUE PASÓ AL PRINCIPIO

Según cuenta la leyenda, la idea original del programa la tuvo el gurú de la televisión y las marionetas Jim Henson. El creador de Los Muppets y Plaza Sésamo, imaginó un programa protagonizado por dinosaurios. La vuelta de tuerca, era que los dinosaurios se iban a ver y a comportar como personas del mundo de hoy en día, con una estructura social igual a la de Estados Unidos. En otras palabras, era medio un robo a Los Picapiedra, pero reemplazando a cavernícolas con dinosaurios.

Jim Henson. Una leyenda del mundo de las marionetas.

Con un Henson ya viejo y retirado, a fines de los 80s Disney recuperó la idea, porque buscaba una comedia familiar para competir con el éxito reciente de Los Simpsons.

Así fue como, de la mano de la empresa del ratón, el programa de la familia Sinclair vio la luz en 1991.


LO QUE PASÓ EN EL MEDIO

A lo largo de cuatro temporadas, la serie cosechó buenos ratings y reconocimiento.

El programa contaba historias típicas de familia, tomando los clichés más viejos del libro como la enemistad con la suegra, la re-conquista de la esposa, el bullying, los primeros novios, las drogas (en su presentación más light, los esteroides), la relación entre hermanos, la relación entre padres e hijos, la relación entre amigos… en fin, las relaciones.

Hay que tener en cuenta que Dinosaurios había nacido de Henson y lo estaba produciendo Disney. En otras palabras, era un show casi sin malicia ni doble sentido. Las historias eran, dentro de todo, inocentes y aleccionadoras, siempre con una moraleja a mano para el final.  Era un estilo más parecido al de Los Simpsons en sus primeras dos temporadas, cuando todavía no habían encontrado el tono más satírico y mordaz que los harían legendarios.

La familia Sinclair, los protagonistas de la serie.

Lo mismo pasaba con los personajes principales. Earl, el padre, era bruto, pero buen tipo. Fran, la madre, era una ama de casa inteligente y fuerte. Robbie, el hijo adolescente, era sensible y no se dejaba influenciar por sus amigos. Charlene, era una chica empezando su adolescencia, y se la mostraba adolescente si, pero también con decisión y carácter. Y el Bebé, era un personaje travieso y gracioso, que hacía “maldades” aunque era claro que no era realmente malo.

Como se ve, era una serie con historias y personajes muy blancos, que rara vez llegaban a teñirse un poco de gris. Por lo menos, hasta el final de la serie.


LO QUE PASÓ AL FINAL

A pesar de que la serie tenía bastante éxito, en 1994 Disney decidió cancelarla por el alto costo de producción que tenían los animatronics y las marionetas que componían el mundo de Dinosaurios. Para cerrar la historia, encargaron una cuarta y última temporada de apenas siete capítulos (bastante menos que las anteriores de 24 y 22 respectivamente).

Con esto en mente, los creadores Michael Jacobs y Bob Young, decidieron ir por el final lógico. Después de todo ¿Que pasó en la vida real con los dinosaurios? Se extinguieron.

Así fue como en el episodio final de Dinosaurios, emitido el 20 de Julio de 1994, los televidentes asistieron a la siguiente cadena de eventos.

La familia Sinclair se reúne para ver la llegada de un escarabajo, que todos los mayos viene a comerse el exceso de una especie de planta muy invasiva. Pero ese año no aparecen, porque la empresa  WESAYSO (“porque-nosotros-lo-decimos” en español) para la que trabaja Earl, instaló una fábrica en el hábitat del insecto y provocó que la especie se extinga.

Sin el escarabajo, la planta crece fuera de control. Cuando ponen a Earl a cargo de la solución, él decide rociarlas con herbicida. Pero esto mata no solo a la especie invasora, sino a todas las plantas de la Tierra. Ahí entra en acción el jefe de la empresa, el inescrupuloso Richfield, que tiene la idea de bombardear todos los volcanes del mundo, pensando que las nubes resultantes van a traer lluvia y eso ayudará a que las plantas vuelvan a crecer.  Por supuesto, las nubes no traen lluvia, sino que crean una capa de polvo que recubre toda la atmósfera, bloqueando el sol y desencadenando una era glacial.


Hay dos escenas en el final del programa que son sencillamente descorazonadas. La primera, muestra a toda la familia en casa, abrigada hasta las orejas. En ella, los Sinclair intentan explicarle a su bebé lo que está pasando y el padre le asegura que todo va a estar bien, a pesar de que es claro que ni ellos mismos se lo creen.

Los últimos segundos de la serie, muestran al conductor del noticiero, contando que las cosas van a ser cada vez peores, mientras se despide mirando a cámara.


ENTONCES… ¿POR QUÉ?

Primero que nada, recordemos que es un show de Disney, empresa que acostumbró nuestra infancia a la crueldad. Pensá en la mamá de Bambi, en la de Quasimodo, en Dumbo… ¡Mufasa hijos de puta! ¡Mataron a Mufasa!

Segundo. Como dije al principio, hay que tener en cuenta que la serie estaba plagada de moralejas e historias que pretendían enseñar a los chicos lecciones de vida. Según los creadores, esta era la última gran lección. Querían generar un fuerte impacto en los niños, para que aprendan - hablando mal y pronto- que con la naturaleza no se jode.

En su momento, el giro del final se consideró extremadamente oscuro y fue bastante criticado por su dureza. Después de todo, era un programa para chicos. Personalmente, tuve la suerte de ver el capítulo final en una repetición en televisión, con doce años. Quién sabe qué habría pasado si lo hubiera visto con ocho, como el resto de la serie.

Al final del show los de Dinosaurios extinguieron toda una especie. ¡Saca del medio Breaking Bad!

Por qué lo consideramos un mal final es obvio. Nadie quiere ver a los personajes que conoció durante cuatro años morirse y mucho menos los chicos. Y, aunque podemos respetar la intención de Jacobs y Young, los putos podrían haber dado una lección sin arruinarnos la infancia en el proceso.

Al final, si bien es cierto que Dinosaurios de Disney terminó muy mal, también es verdad que, hasta el día de hoy seguimos hablando de ese último capítulo. Y eso es bastante más de lo que podemos decir del final de otras series.