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9:45 p.m. Mala Prensa 0 Comentarios Categoría : , , , , , , , ,


Hoy puede parecer raro, con la invasión catódica de superhéroes en plena ebullición, pero 25 años atrás nadie pensaba en hacer una serie protagonizada por un personaje proveniente del comic. Al menos no en live action. En realidad, casi nadie sería la afirmación más acertada.

La idea rondaba por las cabezas de Danny Bilson y Paul De Meo, el equipo creativo encargado de dar vida a la serie, probablemente subidos al éxito que había tenido la película Batman (1989) de Tim Burton. Es así que el 20 de septiembre de 1990 salió al aire por la cadena CBS el piloto (capítulo doble) de la serie The Flash, basada en el personaje de DC Comics creado por Robert Kanigher, John Broome y Carmine Infantino en 1956 (se trata de Barry Allen la segunda encarnación del personaje, la primera originaria de la década del ’40 fue craneada por Gardner Fox y Harry Lampert).

En su primer episodio, el show nos cuenta cómo Barry Allen, interpretado por John Wesley Shipp (referencia noventosa: el papá del protagonista en Dawson’s Creek) pasa de ser un policía científico ordinario de Central City a un héroe escarlata enmascarado con súper velocidad. Por fortuna no está solo, sino que lo acompaña la científica de Star Labs Christina McGee (Amanda Pays), única conocedora de su secreto, y proveedora del traje, entre otras cosas. También el bueno de Barry cuenta con la ¿ayuda? de su inseparable ladero en el laboratorio, Julio Mendez (Alex Désert), siempre dispuesto a darle una mano para conseguir pareja. Mención especial merecen los oficiales de policía Tony Bellows (Vito D’Ambrosio) y Michael Murphy (Biff Manard) quienes actúan como comic relief con dudosa efectividad.

Barry y su alter ego
A través de los 22 episodios de su única temporada vemos a Barry enfrentando todo tipo de villanos. En un comienzo más que nada se trataba de criminales comunes, mafiosos, pandilleros, gangsters, acordes con el tono oscuro y pretendidamente realista de la serie, pero con el correr de los capítulos se fueron incorporando varios de los clásicos némesis comiqueros del personaje como Captain Cold, The Mirror Master, o el recordado The Trickster, interpretado por Mark Hamill. También hace su presencia un héroe del pasado conocido como Nightshade (Jason Bernard), muy al estilo del Sandman original (el de la década del ´40, no el de Neil Gaiman) de DC Comics.

No hace falta decir que la serie fue un fracaso de público, siendo cancelada tras solo una temporada. Hubo varias razones, la principal es que le tocó competir con una de las primeras temporadas de Los Simpsons, que en ese momento era furor y se llevaba puesto todo lo que tenía en frente (hubo un posterior cambio de horario, pero no pudo salvar al show). Creo que otra de las razones, y esto es una opinión personal, es que no le encontraron del todo el tono al programa. A medio camino entre gesta superheroica y comedia tonta, le costó definirse entre la oscuridad de algunos episodios y lo casi paródico de otros. Tampoco ayudó el hecho de que The Flash estaba en escena pocos minutos por capítulo. Muchos años después (entre el 2006 y 2007) el dúo Bilson – De Meo tendría revancha con el personaje al escribir el guión de un arco argumental de la historieta The Flash: The Fastest Man Alive, pero tampoco recibiría una buena acogida.

La fiel Tina McGee

Más allá de estas críticas, era algo novedoso ver a The Flash en la pantalla chica, y los efectos estaban bastante bien logrados para lo que eran los presupuestos televisivos del momento. Por otro lado, si bien los diálogos son bastante trillados y simples, tienen buena dinámica. La serie cumple con su principal propósito, que es entretener. Además cuenta con la participación en la escritura de glorias del noveno arte como Howard Chaykin (en 8 episodios), o Gardner Fox (en 1 capítulo). Yo sobre todo la recomiendo para amantes de los superhéroes, fanas del personaje o de los comics, o gente que disfruta de las historias con un toque bizarro. Si estás viendo la nueva serie de The Flash que emite The CW también suma haber visto ésta, ya que hay varios guiños, y dicen va a seguir habiendo.

En mi caso personal, vi la serie hace relativamente poco tiempo, como una manera de compensar el hecho de no haberla podido ver en mi niñez. Por mucho tiempo desconocí la existencia del show dado que acá se editaron varios capítulos en VHS como films. Así lo que yo pensaba que era la película de The Flash (era tan pequeño en aquel lejano 1990) no era más que el piloto de la serie, The Flash II eran los dos episodios que involucran a The Trickster, y The Flash III los dos capítulos que cuentan con la participación de Nightshade. ¡Así llegaban las cosas al país veinticinco años atrás!

Uno de los VHS con el gran Trickster de Mark Hamill

Espero haber cumplido mi objetivo de despertar interés en el programa, que fue muy poco difundido por nuestras pampas, dando a conocer algunos detalles del mismo. Les recomiendo que miren al menos un par de capítulos para poder sacar sus propias conclusiones. Obviamente no les va a cambiar la vida, pero van a pasar un buen rato, y seguramente les va a sacar un par de sonrisas (apostaría a que varias son involuntarias).


¡Nos leemos el mes que viene en Expreso a Neptuno!

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