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¿Mito o realidad? Vol. III: El Necronomicón

9:48 p.m. Mala Prensa 0 Comentarios Categoría : , ,



Ya nadie recuerda a Abdul Alhazred. A veces yo mismo me pregunto por qué alguien debería hacerlo dado que este oscuro poeta árabe dejo este mundo hace casi 1300 años. Sin embargo su vida, de la que lo poco que se sabe se debe al trabajo de Ibn Khallikan, biógrafo del siglo XII, tiene al menos tres hechos reseñables, de los cuales uno sin duda es el centro del presente post. 

Nacido en Saná (Yemen) en el sigo VIII d.c., fue famoso por sus viajes, que lo llevaron a las ruinas de Babilonia y Memfis, y por haber pasado 10 años de soledad y ascetismo al sur del gran desierto arábigo, donde encontró La Ciudad Sin Nombre, y donde tomó contacto por primera vez con ciertos espíritus que le revelaron un pasado lejano y fantástico de la Tierra y sus Dioses. He aquí el primer hecho de intereses del "árabe loco", apodo con el que se suele referir a Alhazred. 

Para el segundo hecho me voy a ir exactamente al otro extremo de la vida del poeta. Específicamente a su muerte, ocurrida en el año 738 d.c.. Cuenta la leyenda que Abdul fue despedazado y devorado en plena luz del día en Damasco por una entidad invisible, para espanto y sorpresa de los testigos de tan extraño suceso. 


Acá el lector puede preguntarse cómo se pasa de ser un poeta viajero que conoce algún que otro secreto oculto, a desaparecer de manera tan estrafalaria e inexplicable. Para conectar estos dos puntos quizá solo haga falta explicar el último hecho destacable de la vida de nuestro amigo Abdul. Hacia el año 730 d.c. el mentado poeta escribe un libro denominado Kitab Al-Azif, un nombre que refiere al sonido de cierto insecto en el desierto, y que según dicen tiene propiedades extraordinarias. En la cultura occidental se lo conoce mejor por su nombre griego, Necronomicón, gracias a la traducción practicada por Theodorus Philetas hacia el año 950 (se especula que puede haber sido traducción de una traducción). 


Lo que hace especial a este libro es su calidad de grimorio (libro mágico), su capacidad de llevar a la locura y posterior muerte a quien lo lee, y su saber antiguo que conecta con entidades hace tiempo olvidadas por la humanidad. Los estragos causados por su lectura fueron tan importantes que la Iglesia Católica lo prohibió en el año 1050 y se encargó de destruir la mayor cantidad de copias posibles (algo no tan difícil en épocas anteriores a la imprenta). Sin embargo, fue traducido al latín en 1228 por Olaus Wormius (un médico y anticuario danés) y según se dice es de esta versión de la que se conservan unas pocas copias hasta la actualidad. 

Como todo libro prohibido y escaso fue siempre objeto de caza para muchos coleccionistas privados, que lo han buscado por todos los rincones del globo, siendo algunos victimas de estafas. Cuenta la leyenda que solo cinco copias quedan completas y las mismas se encuentran a buen resguardo en el Museo Británico, la Biblioteca Nacional de Francia, la Universidad de Harvard, nuestra Universidad de Buenos Aires, y la Universidad de Miskatonic. Incluso se dice que el propio Jorge Luis Borges se encargó de tratar de destruir la copia que está en la UBA, acelerando su camino a la ceguera en el proceso. 


Por supuesto existe un gran número de escépticos que dicen que jamás existió tal libro, ni Abdul Alhazred, y que solo se trata de una invención del reconocido escritor de terror H.P. Lovecraft quien hizo numerosas referencias al Necronomicón y su historia en su literatura. El propio autor incluso declaró que fue todo fruto de su imaginación. Sin contar el hecho de que también la Universidad de Miskatonic sea un invento de sus escritos. Sin embargo especialistas en lo oculto sostienen que las descripciones que Lovecraft vierte en sus textos se asemejan demasiado a otros hechos y suposiciones del ocultismo. Incluso algunos especulan que si bien Abdul Alhazred puede ser un nombre ficticio, se trataría del astrólogo, matemático y físico Abu 'Ali al-Hasan. 

Ya sea real o ficticio el Necronomicón se ha ganado un lugar en nuestro mundo, y fue rápidamente adoptado por ese ente de formas poco definidas que todo lo devora que solemos llamar Cultura Pop. Además de la obra de Lovecraft, se ha colado en innumerables libros, cómics, video juegos y películas, siendo quizá su versión más conocida la del film de Sam Raimi, Evil Dead, en donde se lo representa como un libro encuadernado en piel humana y escrito con sangre. 

Así cierro este post, esperando haber despertado interés y sembrado al menos una sombra de duda. Nos leemos la próxima en Expreso a Neptuno.

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