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Tipos que merecen ser leyenda Vol. 2: Roky Erickson y sus canciones desde el manicomio

6:52 p.m. santi varde 0 Comentarios Categoría : , , , , , , , , ,




En un día de otoño de 1972 Evelyn Kynard llegó al Hospital Psiquiátrico de Rusk, en Texas, llevando consigo un grabador a cinta magnética. Después de mucho insistir, había logrado convencer a las autoridades de la institución que dejasen a su hijo grabar las canciones que había compuesto durante sus casi dos años de reclusión.
Su hijo no era otro que Roky Erickson, cantante y guitarrista de los 13th Floor Elevators y básicamente el creador del Rock Psicodélico. Y las seis canciones que grabó ese día atravesaron un viaje de casi 30 años para poder, finalmente, ver la luz.

ASCENSO Y CAÍDA DESDE EL PISO 13
Para entender, antes que nada, quién fue Roky Erickson, es necesario remontarse a mediados de la década del ‘60, cuando este que había dejado la secundaría por no querer cortarse el pelo tocaba con The Spades, una banda más o menos conocida en el circuito de bares de Austin, Texas. Una noche, cuando estaban terminando un recital, entraron de la calle un grupo de jóvenes con barba larga y ropas raras, nadie en ese lugar había visto antes algo como ellos.  Estos muchachos, lejos de dejarse amedrentar por las miradas raras, empezaron a repartir dosis de LSD entre todos los presentes, cómo para descontracturar un poco el ambiente. Entre ellos estaba Tommy Hall un loco-lindo drogón y con inquietudes artísticas, que no tardo en ponerse a hablar con Roky y en introducirlo al bello mundo del ácido lisérgico.

Pronto se hicieron amigos y comenzaron a juntarse en departamento que Hall tenía junto con su esposa Clementine. Allí se les ocurrió de la posibilidad de armar una nueva banda, con miembros de los Spades y de The Lingsmen, otra banda de la zona.

Según cuentan entre el '66 y el '69 Roky tomó 
LSD unas 300 veces. Còmo para no quedar
del toor.
Los 13th Floor Elevators estaban casi ensamblados. El problema era que Tommy Hall no era músico y no estaban muy seguros de que rol debería ocupar, hasta que un día el muchacho cayó con una jarra de agua y comenzó a soplar. Este “instrumento” - si me perdonan las comillas.- era común en la música country estadounidense y terminaría dando a la nueva banda ese sonido extraño de fondo, que termino de redondear su búsqueda: una música que refleje lo que se sentía tomar ácido.

Los Elevators tuvieron una vida corta, pero intensa. En 1966, pocos meses después de empezar a tocar, grabaron “You’re Gonna Miss Me” una canción que Roky había compuesto a los 15 años. Ese fue probablemente su mayor éxito, primero a nivel local y luego a escala nacional. Los ecos, las disonancias, el sonido de las guitarras, el ruido casi espacial de la jarra de Hall y los gritos de Erickson fueron una fórmula exitosa, no solo para pegar un hit, sino también para crear todo un nuevo sonido, un nuevo tipo de rock, que el propio Tommy Hall bautizaría cómo “Rock Psicodélico”. Si, Los 13th Floor Elevators le ganaron a Sgt Pepper y a Syd Barret, por más o menos un año.

Ese mismo año sacarían su primer y más exitoso LP The Psychedelic Sounds of The 13th Floor Elevators, pero no tuvieron mucho tiempo para disfrutar de su éxito. La banda tenía una fuerte relación con el consumo de LSD y marihuana y la policía llevaba tiempo tratando de atraparlos y encarcelarlos para poner un ejemplo a los chicos jóvenes de la ciudad. Al final lograron que un juez firmase una orden diciendo que dos de los músicos no podían aparecer en público en Texas. Por eso, a mediados del 1966 la banda se fue a San Francisco.

Ok, Revolver también era medio psicodélico,
pero salió casi en la misma época. De última sería
un empate
Allá se hicieron amigos de bandas cómo Grateful Dead, Quick Silver Messenger Service y Big Brother and the Holding Company. De hecho, muchos dicen que la voz de Erickson tuvo mucha influencia en la forma de cantar de Janis Joplin, vocalista de Big Brother. La estancia de los Elevators en San Francisco duró poco, pero fue definitoria, Llegaron a una ciudad llena de bandas de folk acústico y cuando se fueron 6 meses después todos habían empezado a electrificarse (¡¡Bob Dylan incluído!!)

En 1967 la banda empezó a desdibujarse. Tommy estaba cada vez más metido en el consumo de drogas y Roky empezó a mostrar los primeros síntomas de locura. Faltaba a los recitales y utilizaba una cinta en la frente, para proteger las transmisiones de su “tercer ojo”. En ese contexto sacaron su segundo disco, Easter Everywhere, que resultó un fracaso. Era el principio del fin


…NUNCA TE HARÀN DAÑO LOS LOCOS
Durante los siguientes años los 13th Floor Elevators lograron sacar dos discos más, pero Roky Erickson tuvo poca participación. Ya casi no tocaba en vivo y solía desaparecer durante semanas, para volver después a la casa de su madre, hablando incoherencias.

A mediados de 1968 la compañía representante de la banda decidió internar a Roky en un instituto de rehabilitación, dónde fue tratado con terapia de electroshock y... más drogas. Sin embargo su primera internación duró poco, porque días después Tommy se metió en el hospital y lo ayudó a fugarse.

Erickson grabó con locos psicópatas de 
verdad. En tu cara Marilyn careta...
Por desgracia la libertad le duró poco. A comienzos de 1969 cometió el error garrafal de tirar una tuca por la ventana del auto mientras iba manejando. Un patrullero lo vio y le hizo parar el auto. Erickson todavía era un Elevator y la justicia seguía con ganas de meterlos en cana, así que las cosas no fueron bien. Para no ir a la cárcel su abogado le aconsejó que se declarase demente y, cómo ya se había escapado de una institución, fue a parar al Hospital Estatal de Rusk que en realidad estaba destinado para asesinos psicópatas o locos peligrosos y no para pibes que fuman porro y flashean que tienen un tercer ojo. Pero bueno, así era Texas.

Aunque parezca raro, durante su encierro Roky mejoró. Incluso formó una banda con otros reclusos, integrada por un bajista que había acuchillado a la hija de un policía con un destornillador; un baterista que había matado a un hombre por tocar su auto; y un percusionista que había violado y matado a un nene de 12 años, para después esconder su cuerpo en una heladera. Con ellos ensayó varios covers de los Rolling Stones y seis nuevos temas compuesto por él durante su encierro. Esas canciones fueron las que registraría en el grabador a cinta poco tiempo después y quedarían guardados ahí hasta 1999.


TEMELE A LOS SANOS…
A mediados de los 70s Roky fue declarado “mentalmente sano” y abandonó Rusk. La medicación lo mantenía bien al punto de poder hacer una vida normal, pudo casarse con su novia y tuvo un hijo. Sin embargo le impedían desarrollar su actividad favorita: hacer música, no solo por cuestiones mentales, sino porque además uno de los efectos secundarios de la droga era un temblor de manos constante que le impedía tocar la guitarra.

"Poseído por Aliens... esa es buena, cómo no se
me ocurrió"
Recién en 1980, después de un intento fallido por reunir a los 13th Floor Elevators, formó su nueva banda Roky Erickson and The Aliens. Si bien no está claro cuando, podemos asumir que por esa época dejó de tomar sus pastillas, ya que poco tiempo después contrató un abogado para que le ayude a armar una declaración jurada diciendo que estaba poseído por un alien y que, por lo tanto, no podía ser declarado responsable por cualquier ley que quebrase.

Por esa época se obsesionó también con el correo y empezó a escribirle cartas a famosos (vivos y muertos) y a robarles la correspondencia a los vecinos. Finalmente intervino la policía, pero el bueno de Roky zafó porque nunca había abierto ninguna de sus cartas. Estaban todas cerradas y pegadas en la pared, en un enorme y llamativo mural


EL FINAL DEL VIAJE
Durante los siguientes años los 13th Floor Elevators experimentaron una enorme popularidad retroactiva. Salieron una lluvia de compilados y remasterizaciones no solo de ellos sino también de Erickson en solitario. La discográfica estaba rascando en cada sótano, cada caja y cada cinta buscando material para lanzar (o sea, haciendo la gran Yoko Ono). Entre ellos Never Say Goodbye, que incluía las canciones grabadas durante las sesiones de Rusk.

Pero Roky estaba ido. Hacía varios años que no tocaba ni grababa. Recluido en su casa, se había descuidado. Su mujer y su hijo lo habían dejado, tenía el pelo largo, había perdido casi todos sus dientes y la cordura. A menudo prendía todos los aparatos eléctricos de su casa, y cuando le preguntaron porque, respondió que era para que el ruido tapase las voces en su cabeza.

Así lo encontró su hermano Sunmer Erickson en el año 2001. Tras un juicio ganó la responsabilidad legal sobre su hermano y se encargó de que recibiese el tratamiento que necesitaba. Pocos años después Roky había recuperado todo: su esposa, su hijo, su interés por la música y hasta sus dientes. Y hasta el día de hoy sigue tocando regularmente en festivales y shows alrededor del mundo. Porque de algunas locuras parece que se vuelve.


Bueno, se vuelve más o menos...


FIRMA: Alcalde Goldie Wilson
                                                                                                                                                         (voy a limpiar esta ciudad!)

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