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Covers Que Cubren

5:50 a.m. santi varde 0 Comentarios Categoría : , ,


En Expreso a Neptuno ya hemos hablado varias veces sobre el mundo del cover, ya sea porque eran peculiares, metaleros o simplemente grosos. Y es que en el mundo de la música, hacer un cover es la cosa más natural del mundo. Es incluso algo instintivo. Cualquier grupo de gente que se junte con intención de armar una banda, lo primero que van a hacer es elegir una canción que más o menos les guste a todos y tratar de tocarla, a ver que pasa.

Pero esta costumbre no se limita a los que recién empiezan. Sea por gusto, capricho, tributo o por simple olfato comercial de un productor o ejecutivo discográfico, tocar una canción de otro es algo que se encuentra en discos y conciertos en vivo de músicos de todas las épocas.

El listado del que vamos a hablar a continuación viene a demostrar el poder que pueden tener a veces los covers. Se trata de versiones tan exitosas y reconocidas que, no solo eclipsaron a las versiones originales y sus correspondientes autores, sino que además se convirtieron en la canción más reconocida de quién interpretó el cover. Si, vamos a hablar de músicos que son conocidos sólo por haber hecho una buena versión.

Con este criterio en mente, vamos a dejar afuera muchas cosas. Por ejemplo, nadie discute que la versión de Sweet Dreams de Marilyn Manson marcó una época, pero el músico tiene otras canciones muy conocidas y no eclipsa para nada a la versión original de Eurythmics. O también, todos sabemos lo bueno que está el cover de Hurt de Johnny Cash, y si bien puede haber algún pendejo maleducado que no sepa que la versión original la escribió un señor bastante groso llamado Trent Reznor, es indudable que Cash tiene un catálogo enorme de canciones por las que es reconocido.

Hecha la aclaración, vamos con el listado -sin orden particular- de covers que se llevaron todo puesto.

Harry Nilsson: Everybody’s Talkin’ (Fred Neil) + Without You (Badfinger) + bonus track
Empecemos con un ejemplo muy curioso. Para los que no lo conocen, Harry Nilsson fue un gran cantante y un prolífico compositor durante los más de quince años que duró su carrera, antes de retirarse a comienzos de la década del ‘80. Pero, a pesar de haber compuesto muchas canciones, las dos por los que más se lo recuerda son covers.

La primera sale de la película Midnight Cowboy (1969). Para su banda de sonido Nilsson grabó una versión de Everybody’s Talkin’,  una canción compuesta unos años antes por Fred Neil, un cantautor folk algo olvidado hoy en día, pero que editó varios discos interesantes en la segunda mitad de los 60s.


La canción se volvería una de las interpretaciones más recordadas de Nilsson y seguiría siendo utilizada hasta el hartazgo en películas y series, especialmente si hay una escena en la que alguien maneja en la ruta.


La segunda sale de su disco más exitoso, Nilsson Schmilsson, de 1971. En ella tomó prestada una balada rockera compuesta por Badfinger un año antes para su disco No Dice.


La canción se llamaba Without You y el gran acierto de Nilsson y su productor fue convertir un buen tema de rock en una de las primeras y más épicas power ballads de la historia. La canción ayudó mucho a las ventas del disco de Nilsson e incluso su interpretación fue premiada con un Grammy.


Mientras tanto Badfinger, que había empezado como una muy prometedora banda de rock, se fue deslizando hacia el olvido, víctimas de los malos manejos de su manager y de la fragilidad emocional de Pete Ham, su principal compositor. Curiosamente, en lo que podría considerarse un “Inception” de covers, la mayor parte de nuestra generación no asocia la canción a ninguno de éstos dos artistas, sino que la identificamos con la versión que grabó Mariah Carey en 1990.

Cómo bonus track, podemos mencionar que una de las composiciones más conocidas de Harry Nilsson es la canción One, que -¡oh karma!- a fines de los 60s se volvió el mayor éxito comercial de la banda americana Three Dog Night. O sea que Nilsson también supo lo que es estar del otro lado del mostrador. Y si a eso le ponemos arriba que muchos conocen la canción con la versión que hizo Aimee Mann treinta años después para la banda de sonida de la película Magnolia (1999), la cosa ya se vuelve un quilombo divino.    

Natalie Imbruglia: Torn (Ednaswap)
“No, no es Alanis Morissette. Es otra mina” es una aclaración que todos escuchamos alguna vez al hablar del único hit que tuvo Natalie Imbruglia en 1997. Lo que no muchos saben es que la canción es un cover de una banda de rock alternativo con mucha mala suerte llamada Ednaswap.  

La canción original, mucho más oscura y deprimente, vio la luz en el debut homónimo de la banda de 1995, pero por malos manejos de una discográfica agonizante, el disco pasó totalmente desapercibido. En 1997, para su disco Wacko Magneto, la nueva compañía los convenció de grabar otra vez la canción en una versión un poco menos densa, ya que le veían pasta de hit. El tema es que casi al mismo tiempo apareció la versión de Imbruglia, que arrasó en los charts. El segundo disco de Ednaswap volvió a pasar inadvertido.


La versión de la cantante australiana es, a todas luces, el mérito de un productor con la habilidad de agarrar una canción muy post-grunge y convertirla en el tipo de producto alterno-radiable que vendía tanto en esa época. Que muchos lo confundieran con una canción de Morissette- que a mediados de los 90s era la semidiosa de ese palo- es la evidencia más clara que puede haber.   


Sinead O’Connor: Nothing Compares 2 Us (The Family)
Algún que otro locutor de FM con algo de data puede que te comente, antes de presentar por millonésima vez la canción, que el hit de Sinead O’Connor fue compuesto en realidad por Prince. Lo que muchos no saben es que el músico lo grabó para el primer y único disco de The Family, una banda paralela que creó en 1985. La banda pasó sin pena ni gloria -apenas tuvo un hit menor con el single The Screams of Passion- y el músico continuó con su prolífica y exitosa carrera en solitario.   


Cinco años después apareció la cantante irlandesa y decidió grabar una versión para su segundo disco. La canción original, una balada synth-pop ochentosa con toques gospel, se convirtió en una power ballad cuasi new age, apoyada en la potencia vocal y emocional de Sinead O’Connor. El cover fue un hit enorme y es la canción más emblemática de la cantante, que tuvo una carrera más o menos decente hasta que le empezó a chorrear agua de la medianera a finales de los noventa.



Happy Mondays: Step On (John Kongos)
Un músico de rock sudafricano metiendo hits en Inglaterra a comienzos de los 70s no es algo que debería pasar desapercibido. Y sin embargo, no muchos recuerdan a John Kongos, un artista que supo codearse en las listas del Reino Unido con estandartes del glam como T-Rex, Sweet y, por supuesto, Dios David Bowie.

Canciones como Tokoloshe Man y He’s Gonna Step On You Again quedarían en la memoria de los músicos que crecieron escuchándolas. Y justamente por eso, una banda de la movida Madchester decidió hacer su propia versión de una de ellas.


Lo que hicieron los Happy Mondays en 1990 con Step On fue algo más que un cover. En una cruza entre reinterpretación y remix, actualizaron la canción rockera de base tribal al sonido house que se bailaba en esa época, en una mezcla de estilos que Primal Scream llevaría a su punto caramelo un año después con Screamadelica.


La canción se volvería su mayor hit -ok, está cabeza a cabeza con Kinky Afro- y uno de los mayores impulsores de Pills ‘n’ Thrills and Bellyaches, su disco más exitoso.

Whitney Houston: I Will Always Love You (Dolly Parton)
Técnicamente es imposible no saber qué esta canción es un cover, más si partimos de la base que durante una escena de El Guardaespaldas, película para se grabó el tema, te lo dicen. Pero como es mucha más la gente que conoce la canción que la gente que se vió entero ese bodrio de dos horas y pico, es comprensible que más de uno no esté al tanto del dato.

La versión original es una balada country bastante tristona, grabada a mediados de los 70s en una interpretación dulce y sencilla de Dolly Parton, una de las megaestrellas más inoxidables y admiradas de ese estilo musical..


En una movida inteligente para vender entradas de cine y discos, la canción se metió en The Bodyguard (1992) como parte del guión. Así, el personaje de Kevin Costner resulta ser un fan de la música country y se lleva a Whitney Houston a un bar, donde se da una escena ¿romántica? en la que bailan la canción de Parton. Por eso es que ella, al final de la película, decide cantar la canción para él.



De la versión de Houston que ya todos conocemos no vale la pena hablar mucho, justamente porque ya todos la conocemos. Sí podemos señalar que una vez más mete la cola la power ballad, que parece que a la hora de reformular canciones lentas siempre aumenta las chances de éxito.

Quiet Riot: Come On Feel the Noize (Slade)
Que el polémico, excesivo, épico, hiper-comercializado, multimillonario, defenestrado y barrido-debajo-de-la-alfombra heavy metal ochentoso - o Hair Metal, como le llaman algunos con malicia- bebió mucho del glam de los 70s no es un secreto. Si se hecha un vistazo a los discos de covers editados por bandas del género como Def Leppard (Yeah! 2006) o Poison (Poison’d! 2007), se verá que aparecen nombres como T-Rex, Sweet, Kiss, Bowie, Roxy Music o incluso Alice Cooper.  Por eso no sorprende que una banda del género metiese un hitazo con una versión de una de esas bandas durante los 80s.

Slade, en mi opinión, es una banda menor del glam, más si los comparamos con gente de mucho talento que apareció bajo el paraguas de ese estilo, como Bowie, Brian Eno, Marc Bolan, Brian Ferry y Lou Reed. Pero los tipos estuvieron en el lugar y momento indicado, lo que les bastó para vender millones de discos durante 1972 y 1975 en su Inglaterra natal, aunque nunca lograron conquistar Estados Unidos.


Del otro lado esta Quiet Riot, un grupo metalero que a comienzos de los ochentas buscaba sumarse a la moda del metal apto para MTV, mientras se recuperaba del abandono de su enorme guitarrista fundador Randy Rhoads, que se había ido para ser el guitarrista de Ozzy Osbourne y, de paso, co-escribir con él una de las canciones más grosas de la historia del metal. Fue entonces cuando Quiet Riot decidió tomar un single de Slade particularmente coreable, llamado Cum On Feel The Noize, para sumarlo a su disco de 1983 Metal Health.


La canción se convirtió en el mayor hit de su carrera y el disco en el más vendido de su carrera. El hecho de que la canción original fuese virtualmente desconocida en Estados Unidos ayudó a instaurar en el inconsciente colectivo la versión de Quiet Riot muy por encima de la de Slade.

Un año después, la banda repitió la jugada haciendo un cover de Mama Weer All Crazee Now, otro hit setentoso de Slade, aunque el éxito fue más moderado.

Big Brother and the Holding Company: Piece of my Heart (Erma Franklin)
Al mencionar a Big Brother and the Holding Company, a todos se nos viene a la cabeza dos cosas: Janis Joplin, que colaboró con ellos al comienzo de su carrera, y Piece of my heart, el mayor hit que tuvo la banda y una canción que quedó asociada para siempre con la voz de la cantante.

Pero la primera mujer en ponerle voz a la canción no fue Janis, sino que un año antes la canción fue grabada por la cantante de soul Erma Franklin, la hermana mayor de Aretha. El tema tuvo cierta repercusión e incluso arañó el top ten en los rankings del Reino Unido.


Esto fue suficiente para captar la atención de los bluseros psicódelicos de San Francisco, que como muchos pares de la época- como Grateful Dead y Quicksilver Messenger Service- siempre tenían un oído puesto en lo que estaba pasando en el mundo de la música negra. El tema les gustó y decidieron hacer la versión hippie-rockera que conocemos todos hoy en día.



La canción sería el mayor hit de la historia de Big Brother… ayudando a convertir a Cheap Thrills en un álbum clásico y quedaría en el panteón de los grandes registros de Janis Joplin, junto a joyas de su carrera solista como Cry Baby, Mercedes Benz y Me And Bobby McGee.

FIRMA: Alcalde Goldie Wilson
(Progreso es mi lema!)

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