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Un trío singular

8:54 p.m. Mala Prensa 0 Comentarios Categoría : , , , ,


Todos tenemos obsesiones. Temas que revolotean por nuestras cabezas y que vuelven una y otra vez. En ocasiones atormentándonos, en otras llevándonos a la reflexión, o a la duda, produciendo diversos efectos. Cada uno tiene distintas maneras de exorcizarlas. Hay quienes los aceptan y conviven con ellas, quienes van a terapia, otros que prefieren componer canciones, y entre muchas otra más, hay quienes lo hacen escribiendo.

Para un escritor estos tópicos recurrentes pueden convertirse en un problema, pero también pueden ser capitalizados, conformando una parte fundamental de su estilo y personalidad. Por ponerlo en términos simples, su marca registrada. Y esta es una de las razones fundamentales por las que elegí estos tres escritores para recomendar en Expreso a Neptuno. La otra es que se trata de autores que, si bien son mundialmente reconocidos, y muy leídos en nuestro país también, considero que no han llegado en la Argentina a un público masivo, y si bien esa llegada está lejos de ser un objetivo alcanzable por un post en un simple blog, la idea es aportar desde acá nuestro granito de arena.

Explorando mundos surreales

Nacido en Kyoto (Japón) en 1949, el primer escritor que nos ocupa es ni más ni menos que un best seller internacional. Me refiero a Haruki Murakami. Autor de numerosas novelas, relatos y ensayos, sus obras de ficción podrían enmarcarse dentro del surrealismo. La soledad, la muerte, la alienación, los ritos de iniciación, son algunos de sus temas frecuentes. En general sus relatos están recubiertos de un halo de nostalgia que todo lo impregna, que combinado con dosis justas de misterio y sucesos fantásticos, hacen que sus historias me resulten irresistibles. Por otra parte, sus novelas se caracterizan por constantes referencias a canciones de rock, pop y música clásica (muchos de los títulos de sus libros tienen inspiración musical), y a obras de otros escritores.


En nuestro país, sus títulos llegan de la mano de Tusquets (son publicaciones procedentes de España), y suelen vender muy bien, más allá de lo pequeño de nuestro mercado literario. Se editan tanto en versión de bolsillo como en formato estándar, aunque son un poco caros. El Fin del Mundo y Un Despiadado País de las Maravillas (1985), Kafka en la Orilla (2002) y Tokio Blues (Norwegian Wood) (1987) son mis favoritos de su extenso catálogo. Otras publicaciones recomendables son Baila, Baila, Baila (1988), Sputnik, Mi Amor (1999), After Dark (2008), 1Q84 (2011), Los Años de Peregrinación del Chico Sin Color (2013) y De Qué Hablo Cuando Hablo de Correr (2007), este último dentro de sus ensayos.


Ya sea sumergiéndonos en relatos orwellianos, retratando la desaparición de un amor no correspondido o llevándonos de la mano a buscar una verdad que nos atormenta, Murakami hace que todo lo que cuenta resulte interesante, construye a un ritmo lento pero parejo tramas complejas que una vez que toman por asalto al lector difícilmente lo suelten hasta que no finalice la historia.

Paranoia y pesimismo

Philip K. Dick (1928-1982) es uno de los mejores y más prolíficos escritores de ciencia ficción (y uno de mis favoritos también). Nacido en Chicago, mucho se ha hablado sobre sus problemas psicológicos, sueños perturbadores, visiones, llegando a decir que padecía esquizofrenia. Por supuesto algo de esto se deja traslucir en su obra.


Su estilo se aleja del de sus predecesores en el género, que tenían un enfoque optimista en general. Los libros de Dick presentan futuros oscuros, decadentes, adelantándose algunos años al Cyberpunk. Temáticas como la paranoia, los estados alterados de la percepción, la religión (y el mesianismo), el cuestionamiento de lo real, son frecuentemente abordadas por el autor norteamericano.

Sus libros no suelen conseguirse fácilmente por estas pampas, y al ser importadas de España suelen ser caros. Desde mi punto de vista los más recomendables son Ubik (1969), ¿Sueñas los Androides con Ovejas Eléctricas? (1968) y Ojo en el Cielo (1957). Otras ediciones copadas son La Mente Alien (un compilado de cuentos del 2001), y El Hombre en el Castillo (1962), considerada una de las ucronías más importantes de la literatura.


Aunque no hayas leído nada de este autor, seguramente estás familiarizado con sus historias, ya que han sido objeto de numerosas adaptaciones cinematográficas. Films como Blade Runner (1982, basado en ¿Sueñan los Androides…), El Vengador del Futuro (1990, tomada del cuento Podemos Recordarlo Por Usted Al Por Mayor), Minority Report (2002, inspirada en el relato El Informe de la Minoría), The Truman Show (1998, influenciada por Tiempo Desarticulado) o Agentes del Destino (2011, basado en el cuento Equipo de Ajuste), son solo algunos de los ejemplos de su aporte al séptimo arte.

Si buscas obras que no subestimen al lector, ni sean complacientes, y al mismo tiempo supongan desafíos intelectuales llenos de creatividad, Philip K. Dick es el escritor para vos.

De Inglaterra con amor

La última de mis recomendaciones viene directamente del Reino Unido. Se trata de Nick Hornby (1957). Cuyos comienzos tienen que ver con el periodismo y la crítica musical. Si bien se destaca por sus novelas, también ha publicado ensayos y cuentos, y ha participado activamente en la confección de guiones cinematográficos, más que nada de las adaptaciones de sus propias historias.


Sus libros se destacan por su estilo fresco y gracioso, con observaciones muy agudas sobre la vida cotidiana, encuadrándose principalmente bajo el género de comedia romántica. La relaciones humanas, los personajes egocéntricos y algo cobardes, el amor, la (falta de) madurez, el fanatismo pop, son algunos de los ejes centrales de sus escritos.  La música (sobre todo el rock y el pop) y el fútbol suelen tener un papel muy presente en ellos también.

En nuestro país es editado por Anagrama. Sin duda alguna mi obra favorita es Alta Fidelidad (1995). Pero también recomiendo enfáticamente Un Gran Chico (1998), Todo por una Chica (2007), Juliet, Desnuda (2009), y el cuento Mi Hijo Nunca Será Una Estrella (2011). Tanto Alta Fidelidad, como Un Gran Chico han tenido adaptaciones cinematográficas homónimas en los años 2000 y 2002 respectivamente.


Si te gustan los autores que te permitan identificarte con sus obras, y además logren que la lectura esté acompañada de una sonrisa, Hornby es una elección acertada.

Así llegamos al final de un nuevo post de Expreso a Neptuno. El eventual lector se lleva varias recomendaciones para explorar. Espero que sean de su agrado. ¡Nos vemos la próxima!

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